Guatemala – El Gobierno de Guatemala aseguró que iniciará un «proceso de verificación y análisis» del operativo no autorizado de transporte de migrantes hondureños hacia su frontera llevado a cabo en enero pasado por funcionarios de la Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump.
La secretaria de Comunicación Social de la Presidencia guatemalteca, Francis Masek, aseguró a periodistas que el Gobierno realizará el análisis de los hechos en conjunto con otras instituciones «correspondientes» para «tener mayor claridad de algunos detalles mencionados en el reporte que supuestamente ocurrieron un día después (15 de enero) de la toma de posesión del nuevo Gobierno».
El martes, un informe de los senadores demócratas del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU., liderados por el legislador Bob Menéndez, denunció una operación migratoria irregular por parte de funcionarios estadounidenses en Guatemala, en la que transportaron sin autorización a mujeres y niños migrantes a la frontera con Honduras a principios de año.
«Es importante hacer énfasis en que dicho informe se centra en lo relativo a acuerdos entre instituciones estadounidenses», subrayó Masek en su respuesta a consultas de los periodistas.
Agregó que, si bien el documento «hace referencia a que los supuestos hechos se desarrollaron en territorio guatemalteco, el informe hace referencia a normativas internas y asuntos propios entre las instituciones y agencias del Gobierno de los EE.UU., asunto sobre el que no nos corresponde (al Gobierno de Guatemala) emitir opinión», según la secretaria.
En el documento divulgado por los senadores se explica que personal demócrata de dicho comité descubrió en enero de 2020 un «incidente perturbador» en el que miembros del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) «malversaron fondos del Departamento de Estado de EE.UU. para llevar a cabo una operación no autorizada».
En concreto, el texto describe cómo miembros de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) destacados en Guatemala transportaron a varios migrantes hondureños en furgonetas sin identificación para reubicarlos en la frontera entre ambos países.
LA LABOR DE LOS AGENTES
La Agencia Efe pudo constatar el 16 de enero que elementos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) y de la CBP de Estados Unidos asesoraban y orientaban a los agentes de la Policía Nacional Civil guatemalteca en los operativos para verificar el estatus migratorio de los integrantes de un grupo de migrantes que salió de la frontera hondureña de El Corinto.
La Policía guatemalteca y los funcionarios estadounidenses, vestidos de civil con camisa de botones, lentes oscuros y pantalones de comando, revisaron a decenas de hondureños, retuvieron a varios de ellos a la altura de la aldea Entre Ríos, del departamento de Izabal (este), y los devolvieron en microbuses hacia la frontera de El Corinto, desde donde habían ingresado como caravana para que se registraran.
El DHS informó este martes al personal demócrata del Comité de Relaciones Exteriores del Senado que funcionarios del departamento habían empleado las camionetas para transportar a mujeres y menores, pero no aclaró si hubo separaciones familiares durante la operación.
El documento del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense señaló que este suceso se produjo en un contexto en el que el Gobierno de Trump ha intentado aumentar el papel del DHS en Centroamérica.
Cada año al menos 400.000 guatemaltecos, hondureños y salvadoreños intentan emigrar a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida, según fuentes oficiales.