Tegucigalpa – El mundo cuenta con varias opciones para contar en el futuro con una vacuna contra la COVID y no hay que preocuparse por la pausa anunciada por la farmacéutica AstraZeneca, dijo la científica hondureña María Elena Bottazzi, sobre el desarrollo de una opción que le permita al mundo librarse de la pandemia.

-AstraZeneca anunció el martes que había colocado en pausa los ensayos mundiales de su vacuna experimental contra el coronavirus, debido a una enfermedad sin explicación en un participante del estudio. 

-“Aunque oyen de estas pausas, lo bueno es que hay muchas vacunas en desarrollo”, citó la entrevistada.

Bottazzi, codirectora del Centro de Desarrollo de Vacunas en Baylor College of Medicine en Houston, Texas, Estados Unidos, conversó con Proceso Digital justo después que la farmacéutica angloholandesa AstraZeneca, que desarrolla la vacuna junto con la universidad inglesa de Oxford, informara de la pausa en las pruebas clínicas después de que un voluntario en el Reino Unido sufriera una reacción adversa a un ensayo clínico para lograr una vacuna contra la COVID-19.

“Esto reafirma que son procesos que deben llevar su curso, esta vacuna está como varias otras en fase clínica número tres y es importante resaltar que solo se ha pausado el estudio de AstraZeneca, pero es un pausa muy normal que ocurre siempre que se encuentra algún efecto inexplicable y se tiene que investigar si es a causa de la vacuna”, externó la también profesora de pediatría.

Las farmacéuticas Pfizer y Moderna, y AstraZeneca son las que tienen estudios en la fase 3 de ensayo de esta vacuna y es la primera vez que uno de esos ensayos para lograr la vacuna contra la COVID-19 tiene que ponerse en pausa por razones de seguridad.

Junto a Johnson & Johnson son las compañías occidentales más avanzadas, mientras Rusia dijo que ya tiene su vacuna, la Sputnitk 5, aunque la misma también está en fase 3. China por su lado tiene dos vacunas avanzadas y también está en fase 3.

Fase 3

La galena explicó que “normalmente” las fases tres de ensayos de vacunas son largas y solo el periodo de inmunización puede tardar más de tres meses.

Posteriormente a esta etapa se debe dar seguimiento a quienes participaron en la etapa de inmunización, esta acción puede tardar más de un año, añadió.

La científica, que comparte doble nacionalidad (hondureña e italiana), razonó que en este caso se están aplicando dos dosis con una separación de un mes entre cada dosis a los participantes del ensayo clínico.

Es hasta después de la segunda dosis que se inicia con la etapa de seguimiento  en la que se evalúa su efectividad, seguridad y duración de la respuesta inmunológica de la vacuna, puntualizó.

Menú de vacunas

Aunque insistió que es difícil predecir qué vacuna ganará la carrera para respuesta a la pandemia, argumentó que es muy probable que exista un menú de vacunas, es decir varias opciones contra la COVID-19.

Consideró que es positivo que existan múltiples opciones, ya que cada individuo demográficamente, genéticamente y hasta por grupo etario es diferente y a lo mejor una vacuna formulada para uso pediátrico no va a ser la misma que se utilizará en personas de la tercera edad.

“Todas estas vacunas de una manera u otra utiliza diferentes metodologías, está de AstraZeneca usa el concepto del vector viral y emplea un adenovirus, mientras que nosotros estamos desarrollando una vacuna basada en una proteína sintética”, detalló.

Grupos de alto riesgo

La científica hondureña analizó el escenario de una vacuna que dé inmunidad al coronavirus y señaló que serán los grupos de alto riesgo quienes deben tener primero acceso a la misma.

No obstante, caviló que la idea es que eventualmente se vaya incluyendo a todos los sectores de la población.

“Lo bueno es que hay muchas vacunas en desarrollo y estas pausas son para reforzar que el proceso funciona”, agregó

A renglón seguido, reflexionó que a inicios de la aprobación de una vacuna no serán suficientes pero se trabaja en lo ideal que es que en el futuro se mejore la posibilidad del acceso utilizando el fondo rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Mielitis transversa

De acuerdo a The New York Times es la mielitis transversa la enfermedad que apareció en uno de los pacientes en el ensayo de la vacuna de Oxford y la causante de la pausa a la investigación.

La científica hondureña explicó que esta es una enfermedad que es una infección del sistema nervioso que se presenta como debilidad, fatiga y pérdida de la función motora de los músculos.

“Se sabe que este tipo de eventos puede ocurrir debido a una infección ya sea bacteriana o viral o hasta por hongos, es por ello que el paciente que presentó esta enfermedad no se sabe si haya tenido esta reacción por otra infección o si ya tenía esta infección antes de ser vacunado”, apostilló.

“Es por eso que la pausa son procesos comunes y se pausa el estudio y se hace la determinación de cómo proceder”, continuó.

Resumió que la pausa en la investigación no se debe interpretar como un revés y que es muy común que exista una pausa en la investigación.

Finalmente reiteró que hay otras opciones de vacunas que también se encuentran en fase tres.

“Hay muchas vacunas que están en desarrollo y el hecho de que haya tantas permiten la oportunidad que si una falla hay otras opciones y por eso grupos como nosotros y otros seguimos desarrollando opciones”, concluyó.