Tegucigalpa – Aunque aún no se declara el fin de la pandemia, pero sí un considerable descenso de casos y muertes a causa de la COVID-19, los expertos en consejería familiar reportan un aumento de los casos de desintegración de los núcleos familiares.

Así lo manifestó este día la consejera de familia, Senovia Matamoros, quien presta sus servicios en la ciudad de Danlí, en el departamento de El Paraíso, donde registran un 75 % de hogares desintegrados.

Se trata de muchos factores, pero principalmente ha afectado la pandemia y la violencia que se registra en el país.

Se suma a las causas un descuido de la formación de valores a lo interno de los núcleos familiares, agregó.

A renglón seguido apuntó que la medida más fácil para cada individuo es la separación y desintegración de familias.

En ese contexto, exhortó a luchar por la unidad de las familias y evitar la desintegración.

Es muy raro ver personas que luchan y aún más quienes buscan ayuda para evitar llegar a la última estancia que es la separación y desintegración de la familia.

Insistió que la decisión más fácil es optar por la separación, aunque no se cuente con una unión legal como el matrimonio.

La desintegración familiar es el rompimiento de la unidad familiar, lo que significa que uno o más miembros dejan de desempeñar adecuadamente sus obligaciones o deberes.

Cuando un suceso de estos sucede en un núcleo familiar todos los que lo conforman son afectados, aunque es una decisión que suelen tomar las parejas.

Los expertos recomiendan buscar ayuda profesional antes de optar por un evento que marcará el desarrollo integral de la familia.