Tegucigalpa – Una visa humanitaria para todos, con permiso de trabajo, tránsito por toda la República y acceso a los servicios públicos durante un año (con renovación gratuita) fue suficiente oferta para que los hondureños de la nueva caravana, en su mayoría desistieran del llamado “sueño americano”.
-Los hondureños podrán laborar en ciertos estados del sur de México.
Decenas de hondureños han cambiado el tradicional sueño americano por la nueva tarjeta de visitante por razones humanitarias de México, país donde quiere permanecer en lugar de seguir a Estados Unidos, un deseo compartido por miles de integrantes de la nueva caravana.
Ejemplo de lo anterior son Bayron Cruz y Josué Girón, de 23 y 22 años, quienes partieron en la nueva caravana y hoy ya cuenta con la tarjeta de visitante con la que pretenden trabajar y asentarse en suelo azteca, llegar a EE.UU. no fue y no es su objetivo.
Los dos jóvenes han sido de los primeros, de más de 12 mil 500 centroamericanos que llegaron en dos semanas a la frontera de Guatemala, a los que el Gobierno mexicano, en un gesto histórico, les ha entregado una visa humanitaria con permiso de trabajo y residencia en el país durante un año, renovable. Una medida que comenzó el pasado 17 de enero y que ha sido suspendida el día 28.
Bayron y Josué, pero también los miles de centroamericanos de la última caravana, se han topado con un país muy distinto del que habían visto en las fotos de octubre pasado: gente hacinada frente a una valla, niños deshidratados, gases lacrimógenos, compatriotas desesperados atravesando el río Suchiate que separa Guatemala de México.
En su lugar, los inmigrantes “catrachos” se encontraron con un grupo de estudiantes vestidos de blanco que les abrían las puertas de una nueva tierra prometida. México se convirtió, contra todo pronóstico, en el sueño americano de la nueva caravana migrante.
Ante la llegada de la última caravana, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador decidió utilizar un recurso poco conocido y sin precedentes para concederles rápidamente un permiso de residencia en el país. Y la inesperada acogida sentó un precedente en la historia de las relaciones migratorias de la nación azteca con Centroamérica.
Ambos migrantes salieron de Honduras por las principales causa de la migración: Falta de empleo e inseguridad.
Para Josué, todo empeoró el día en que los mareros descubrieron que estaba ganando algo de dinero como soldador. Cada día 15 lo esperaban a la salida de su trabajo para que pagara a la pandilla de la 105 el precio de no morirse de hambre. Y Bayron, técnico en instalación de paneles solares, llevaba viviendo dos años sin trabajo con los pocos ahorros que le quedaban. No sabían nada de México hasta ahora, ni siquiera tenían una idea de lo lejos que quedaba Monterrey, su nuevo hogar.
Ahora estos hondureños, al igual que cientos de inmigrantes viven el “sueño mexicano” aunque el mismo no solo es “miel sobre hojuelas”.
Estos “catrachos” viven en un pequeño cuarto que un amigo les facilitó, sin electricidad y sin ningún enser, es así como han comenzado su nueva vida en México dónde pretenden establecerse tanto económica como emocionalmente.
Pero como en todo sueño, hay que despertar, la facilitación de este documento no iba a durar para siempre, en ese sentido, en las últimas horas el jefe del Instituto Nacional de Migración, Tonatiuh Guillén, anunció que la medida de las visas humanitarias en la frontera sur quedaba suspendida. La idea, según informaron desde el organismo, es que se solicite un permiso diferente desde los lugares de procedencia de los migrantes (El Salvador y Honduras), que no tendrá las mismas garantías de movilidad que la visa verde: una tarjeta les permitirá viajar solo por algunas zonas del sur de México y otra, trabajar en Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, estados donde López Obrador prometió desde su campaña impulsar grandes proyectos de infraestructura, como la construcción del Tren Maya.
Cabe señalar que en una reciente entrevista con Proceso Digital y su web especializada en temas migratorios, Departamento 19, el embajador de Honduras en México, Alden Rivera, afirmó que si existe una oferta de empleo para hondureños en ese país, pero que el salario es menor al mínimo establecido en Honduras.
El embajador Rivera apuntó que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, ofreció empleo a los migrantes y es un acto de buena voluntad, ya que se requiere mano de obra no calificada, para desarrollar grandes obras que pretenden realizar en la zona, sin embargo el salario no es nada atractivo ya que serían mucho más bajos de los que se podrían percibir en Honduras.
El hecho tener un estatus migratorio regularizado, minimiza esos riegos, este sería el beneficio más grande en materia consular; sin embargo no es eso lo que queremos como gobierno, quisiéramos que todos permanecieran, pero la migración es un derecho de todo ser humano, enfatizó el diplomático hondureño.