Tokio – Japón busca atraer a 820,000 trabajadores inmigrantes en los próximos cinco años, lo que supone el doble del anterior cupo que había establecido y conforme aumenta su necesidad de mano de obra cualificada para diferentes sectores de su economía.
Esta cifra ha sido presentada dentro del programa del Gobierno sobre mano de obra cualificada para el período que comenzará el próximo abril y concluirá en marzo de 2029, dirigido a trabajadores extranjeros con formación especializada y con conocimientos de japonés.
El nuevo cupo fue aprobado en la víspera por el grupo de trabajo del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), una formación que si bien mantiene una postura pública muy conservadora sobre inmigración, ha venido incrementando durante los últimos años las cuotas permitidas para la entrada de trabajadores foráneos para sectores específicos.
De este modo se trata de hacer frente a la carestía de mano de obra que afecta a diversos sectores de la economía doméstica, que van desde el sanitario y el cuidado de ancianos hasta los de la agricultura, la construcción, el automotriz o el de los semiconductores.
La falta de trabajadores afecta especialmente a las zonas rurales y alejadas de las grandes áreas metropolitanas del país, debido al acelerado descenso y envejecimiento demográfico de Japón y a la tendencia de la población de concentrarse en grandes urbes.
Japón, no obstante, afronta una competencia creciente a la hora de atraer trabajadores cualificados por parte de otros países de la región Asia-Pacífico, entre ellos Corea del Sur y Australia, ante los que cuenta con la desventaja de tener una divisa nacional devaluada frente a otras monedas y salarios poco competitivos.
El Gobierno nipón había fijado una cuota máxima de 345.000 inmigrantes para participar en el programa de trabajadores extranjeros cualificados puesto en marcha entre 2019 y el presente año, pero solo ha logrado contar con 200.000, según cifras oficiales.
El pasado octubre, el número de empleados extranjeros residentes superó por primera vez los 2 millones en Japón, que viene registrando máximos anuales de población de asalariados de otras nacionalidades desde el año 2013.
La cifra supone un 12.4 % más que el año anterior. El primer país de origen de los trabajadores foráneos afincados en Japón es Vietnam, seguido de China, Filipinas y Nepal.