Los Ángeles – Una joven guatemalteca murió en el desierto de Arizona después de ser detenida y expulsada dos veces en la misma semana por las autoridades migratorias a mediados de este mes de junio, informó este viernes la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Esas dos detenciones por parte de la Patrulla Fronteriza permitieron identificar a la indocumentada después de que fuera hallada sin vida en el desierto de Arizona portando una identificación mexicana.
El cuerpo de la inmigrante, de 23 años, fue hallado el 13 de junio recostado en un árbol en un área del desierto en Yuma, en Arizona.
Desde ese día las autoridades migratorias se dieron a la tarea de investigar la identidad de la joven, explicó CBP en un comunicado.
Tras pensar que era mexicana, los agentes de la Patrulla Fronteriza y la Oficina del Forense del Condado de Yuma se pusieron en contacto con las autoridades consulares de México en el sector de Yuma, que, sin embargo, determinaron que la identificación era falsa.
Tras revisar las pertenencias de la joven se pudo encontrar un número de teléfono, y tras llamar determinaron que la joven podía ser de origen guatemalteco.
Con el nombre y la edad, la Oficina de Operaciones Extranjeras (FOB) del Sector de Yuma buscó en su base de datos, y encontró que la joven inmigrante había sido detenida por agentes de la Patrulla Fronteriza en Wellton, Arizona, el 9 de junio y nuevamente dos días después en Yuma, Arizona.
La base de datos contiene fotos y las huellas dactilares de los inmigrantes detenidos y expulsados, por lo que se pudo hacer la identificación completa de la inmigrante.
La Patrulla Fronteriza ha insistido sobre los peligros que conlleva el desierto en el verano donde las temperaturas sobrepasan los 100 grados Fahrenheit (37 grados centígrados).
Desde el inicio del año fiscal, en octubre de 2020, los cuerpos de seis migrantes fallecidos han sido recuperados en el área de operaciones del sector de Yuma.
Y, de acuerdo a datos del grupo Fronteras Compasivas, en los últimos 15 años 3.658 migrantes han muerto solamente en la frontera de Arizona con México.