Washington – La vicepresidenta, Kamala Harris, dijo este miércoles que planea viajar pronto a México, Guatemala y posiblemente a otros países de Centroamérica para hablar sobre cómo «hacer frente a las causas de raíz» que generan la inmigración irregular hacia territorio estadounidense.
Harris, a la que el presidente Joe Biden ha encargado la misión de coordinarse con los países de Centroamérica para intentar frenar la llegada masiva de indocumentados a la frontera sur, hizo el anuncio durante un encuentro con expertos en la región.
«Haré pronto mi primer viaje al Triángulo Norte, parando en México y después visitando Guatemala», dijo Harris.
La vicepresidenta destacó especialmente sus ganas de visitar Guatemala «lo antes posible, dadas todas las restricciones relacionadas con la covid-19».
No precisó si también viajará a los otros dos países que forman el Triángulo Norte, Honduras y El Salvador, cuyos ciudadanos, junto a los de Guatemala, suponen la mayoría de los que llegan sin documentos a la frontera con México.
Harris descartó que planee visitar por ahora la frontera con México, porque ese es trabajo del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas; mientras que ella tiene una misión «diplomática», centrada en negociar para «hacer frente a las causas de raíz» de la inmigración irregular.
Añadió que EE.UU. tiene la oportunidad de proporcionar a los centroamericanos «algún tipo de esperanza de que, si se quedan en casa, la ayuda está en camino», pese a los altos niveles de violencia y pobreza en el Triángulo Norte.
El objetivo de Harris es determinar «qué puede hacer (Estados Unidos) para potenciar el desarrollo» en la región, con una «estrategia a largo plazo» que no dará resultados «de la noche a la mañana», pero que pasa por combatir la corrupción, fortalecer la economía o aprobar reformas climáticas, subrayó.
La vicepresidenta se reunió en la Casa Blanca con varios expertos en inmigración, Centroamérica y desarrollo, entre ellos Dan Restrepo, que fue el principal asesor para Latinoamérica del expresidente Barack Obama (2009-2017) durante parte de su mandato.
A la cita también asistieron, entre otros, la asesora para Centroamérica de Oxfam, Vicki Gass; el presidente del Instituto de Política Migratoria con sede en Washington, Andrew Selee; la codirectora del grupo de trabajo para Latinoamérica, Lisa Haugaard; y Geoff Thale, el presidente de la independiente Oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA).
Desde que Biden le encargó ocuparse del tema migratorio a finales de marzo, Harris ha conversado por teléfono con los presidentes de Guatemala, Alejandro Giammattei, y de México, Andrés Manuel López Obrador.
La semana pasada, el Gobierno estadounidense reveló cifras récord de detenciones de indocumentados en su frontera con México, con más de 172.000 en el mes de marzo, entre ellos casi 19.000 menores, una cifra histórica.
La Casa Blanca ha insistido en que la frontera «está cerrada» y en que la mayoría de quienes lleguen sin documentos serán expulsados, pero eso no ha rebajado las llegadas a la zona limítrofe.
El Ejecutivo de Biden ha recibido críticas porque muchos menores que han cruzado la frontera se han quedado más tiempo del permitido por ley en centros de detención gestionados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), que no están diseñados para niños.