Túnez.- Fuerzas Navales tunecinas interceptaron en las últimas 72 horas un total de quince embarcaciones precarias en el centro y sur del país con 252 personas migrantes a bordo, 22 de ellas de nacionalidad tunecina, cuando pretendían alcanzar la costa italiana de manera irregular, informaron este martes fuentes de seguridad.

La Guardia Nacional detuvo el viernes por la noche a 125 personas y a otras 127 este lunes; todas ellas fueron puestas a disposición de las autoridades locales para su identificación y trámites subsiguientes.

La brigada de investigación logró arrestar igualmente en la ciudad de Sousse, a 140 kilómetros de la capital, a tres individuos implicados en una red de tráfico de personas mientras preparaba una de las pateras para su partida.

Los ciudadanos tunecinos son originarios de las regiones costeras de Sfax, Sousse, Monastir y Mahdia, así como de Kairouan (centro) y Tataouine (sur) mientras el resto provienen de diferentes países del África subsahariana, reveló la fuente.

El pasado 17 de octubre un nuevo naufragio se cobró la vida de cuatro personas mientras otras 21 desaparecieron- entre ellas al menos cuatro menores- después de que su barco, sustraído a uno de los pescadores de la zona, se hundiera frente a la costa de Mahdia (sureste) por exceso de peso.

Las operaciones de búsqueda lograron rescatar a sólo siete supervivientes debido a las complicadas condiciones meteorológicas. Sus ocupantes, todos hombres, eran originarios de las provincias de Mahdia, Monastir y Gafsa (centro), situada a 260 kilómetros de distancia.

En lo que va de año más de 12.700 personas -incluidos 2.249 menores- alcanzaron la costa italiana desde Túnez mientras que otras 19.000 fueron interceptadas por las autoridades tunecinas. Del total de migrantes, el 48 % son tunecinos y el resto proceden de diferentes países subsaharianos, según el último informe de la ONG Foro Tunecino por los Derechos Económicos y Sociales (FTDES).

Durante este mismo periodo, más de 250 han perdido la vida o desaparecido cuando trataban de llegar a la isla italiana de Lampedusa, situada a apenas 200 kilómetros de distancia.

Desde que en 2011 triunfó la revolución contra la dictadura de Zine El Abidine Ben Ali y arrancó la transición democrática, el país ha tenido una decena de gobiernos. Su inestabilidad política se agudizó el pasado 25 de julio después de que el presidente de la República, Kais Said, suspendiera el Parlamento, destituyera al primer ministro y se arrogara plenos poderes.

Pese a la oposición de la mayoría de partidos políticos y la presión de la comunidad internacional para que restablezca la normalidad democrática, el mandatario decidió prolongar de forma indefinida el Estado de excepción y formar un nuevo gobierno bajo su mando, sin intervención del Parlamento como exige la Constitución aprobada en 2014.