Decenas de migrantes hondureños cruzan a pie el río Suchiate, que separa a Guatemala de México. EFE

Tecún Umán (Guatemala) – La segunda caravana de migrantes, en su mayoría hondureños, cruza hoy a pie el río Suchiate, por una parte que no es muy profunda y que separa a Guatemala de México, en un nuevo intento por continuar su travesía hacia Estados Unidos.

La marea humana, formada por centenares de mujeres, hombres y niños, intenta atravesar caminando este caudal que a muchos el agua les llega al pecho, mientras la policía mexicana espera de pie en la orilla.

Esta es una segunda caravana de migrantes, después de que el pasado 13 octubre saliera de San Pedro Sula (Honduras) otra, ahora formada por unas 7.000 personas, que camina por territorio mexicano con dirección a Estados Unidos tras atravesar Guatemala.

Para hacer frente a la corriente de este río, los migrantes se agarraban de la mano formando una cadena humana, mientras un helicóptero de las Fuerzas Federales de México sobrevoló por momentos a baja altura el río y provocó fuertes ráfagas de viento que desestabilizaban a las personas.

«Sí se puede», coreaban mientras atravesaban el caudal.

Esta segunda caravana intentó el domingo cruzar a México por el puente fronterizo, el Rodolfo Robles, pero la policía mexicana les impedía el paso lanzándoles bombas de gas lacrimógeno y los migrantes respondían con piedras y palos, lo que provocó un enfrentamiento de varias horas que se saldó con un muerto y varios heridos.

Otro grupo de salvadoreños, que también busca llegar a suelo estadounidense, atraviesa en estos momentos el sur de Guatemala.

El presidente de EEUU, Donald Trump, ha adoptado una postura muy dura, amenazando con enviar el Ejército a la frontera, y ha asegurado que recortará «sustancialmente» la ayuda económica que concede a Guatemala, Honduras y El Salvador como represalia por el avance de los migrantes, al tiempo que ha arremetido contra México por no detenerla.

Este mismo lunes advirtió a la caravana de migrantes que las Fuerzas Armadas les «están esperando» en lo que consideró una «invasión» e insistió en que «muchos pandilleros y alguna gente muy mala» se encuentran entre los migrantes, sin ofrecer detalles al respecto.