Washington – La Casa Blanca volvió a negar este lunes que haya una crisis migratoria en la frontera entre Estados Unidos y México, a pesar de que este fin de semana el presidente estadounidense, Joe Biden, habló de «crisis» para referirse a la llegada masiva de menores a dicha frontera.
Este sábado, Biden declaró a la prensa que su Gobierno estaba trabajando en la posibilidad de aumentar la cuota de refugiados cuando surgió la «crisis» migratoria en la frontera con México, donde están llegando números récord de inmigrantes indocumentados, entre ellos muchos menores de edad no acompañados.
«No podíamos hacer dos cosas a la vez, pero ahora vamos a elevar el número» de refugiados, aseguró Biden, quien con esta declaración denominaba por primera vez como «crisis» la llegada masiva de migrantes a la frontera, algo a lo que la Casa Blanca se había resistido.
Este lunes, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, volvió al discurso habitual al señalar que a lo que se refería Biden era a la crisis en Centroamérica que provoca el éxodo de migrantes.
Así, en su rueda de prensa diaria, Psaki dijo que «el presidente no siente que la llegada de niños a nuestra frontera buscando refugio de la violencia, las dificultades económicas u otras razones sea una crisis».
«Lo que siente es que la crisis en Centroamérica» es un problema al que hay que hacer frente para evitar la elevada afluencia de inmigrantes ilegales en los próximos años, apuntó.
Psaki también se refirió a la polémica generada por el anuncio de la Casa Blanca sobre los refugiados del pasado viernes, cuando Biden ordenó mantener la cuota máxima anual de personas con ese amparo que recibe Estados Unidos en 15.000, el mismo nivel históricamente bajo que marcó su predecesor, Donald Trump.
Horas después, y tras un aluvión de críticas de los demócratas, la Casa Blanca reculó y aseguró que, antes de que llegue el 15 de mayo, Biden elevará esa cuota anual de refugiados que recibirá Estados Unidos este año fiscal, que termina al comenzar octubre.
Psaki negó que la Casa Blanca hubiera dado marcha atrás y aseguró que el plan siempre fue ir más allá del tope de 15.000 si se alcanzaba pronto esa cuota anual, a pesar de que la información inicial sobre el tema que obtuvieron el viernes varios medios, entre ellos Efe, no mencionaba esa posibilidad.
A pesar del embrollo y de que la indecisión de Biden sobre el tema ha llevado a cancelar múltiples vuelos de refugiados hacia Estados Unidos, la portavoz subrayó este lunes que el suyo es un país «que da la bienvenida» a quienes huyen de conflictos, y «está cambiando las políticas del Gobierno anterior», el de Trump.