EFE/Gustavo Amador/Archivo

Tegucigalpa – La deportación de migrantes hondureños, principalmente de Estados Unidos y México, aumentó un 73,9 % durante enero de 2020, comparada con el mismo mes de 2019, informó este jueves una fuente oficial en Tegucigalpa.

Según el Observatorio Consular y Migratorio de Honduras, en enero pasado fueron deportados al país 8.193 hondureños que estaban en condición irregular en Estados, México y países de Centroamérica.

Esa cifra superó en 3.482 personas (73,9 %) a los 4.711 hondureños que fueron retornados en enero de 2019.

Las autoridades migratorias de Estados Unidos retornaron en enero a 2.657 hondureños, de ellos 229 son menores de edad y 347 mujeres, según las estadísticas.

Unos 5.251 hondureños regresaron a su país el mes pasado de México y 285 lo hicieron de países centroamericanos, señaló el Observatorio Consular.

En 2019 fueron retornados a Honduras un total de 109.185 personas, superior a las 75.279 de 2018 y a los 48.022 de 2017, según las cifras oficiales.

Muchos de los retornados en enero de Guatemala y México formaban parte de la caravana que salió de Honduras entre el 14 y 15 de enero hacia Estados Unidos, según las autoridades hondureñas.

Más de un centenar de inmigrantes hondureños, entre ellos niños y jóvenes, salieron el 31 de enero en una nueva caravana, denominada la «Ruta del Diablo», hacia Estados Unidos, tras haber sido deportados en las últimas semanas de México.

Pese al incremento de las deportaciones, el envío de remesas de los inmigrantes hondureños se ha mantenido al alza en los últimos meses.

Las remesas familiares, que representan alrededor del 20 % del producto interno bruto (PIB), enviadas a Honduras en 2019 sumaron más de 5.000 millones de dólares, según cifras del Banco Central.

Las remesas se han constituido en uno de los principales sustentos de muchas familias de este país y en una fuente importante de divisas de Honduras, por encima de las exportaciones como el café, los productos de la maquila, el camarón y otros.

En Estados Unidos, de acuerdo con la Cancillería, se calcula que viven alrededor de un millón de ciudadanos de Honduras, la mayor parte de ellos en condición irregular, que han escapado de situaciones que afectan al país como la violencia.