Tegucigalpa – La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas de Derechos Humanos (Oacnudh) indicó este sábado que Honduras sigue enfrentando «dificultades» en materia de derechos humanos en un contexto «social y político inestable», diez años después del golpe de Estado a Manuel Zelaya.

La Oacnudh indicó en un comunicado que el golpe de Estado en Honduras, el 28 de junio de 2009, dio lugar a «múltiples violaciones de derechos humanos, la mayoría de los cuales siguen impunes».

El golpe de Estado «reveló y exacerbó problemas estructurales existentes que afectan a los derechos humanos, intensificó una atmósfera política y social difícil y tensa», añadió.

Además, profundizó «la polarización dentro de la mayoría de las instituciones del Estado y la sociedad en general», señaló la Oacnudh.

Agregó que ha venido monitoreando el desarrollo de las manifestaciones anunciadas para el viernes en conmemoración del décimo aniversario del golpe de Estado a través de equipos de observación en al menos ocho ciudades del país.

La Oacnudh indicó que pudo verificar «un despliegue masivo de fuerzas de seguridad» en el país, incluso en algunos casos el número de agentes superaba el de manifestantes.

Destacó además que los derechos humanos «solo pueden progresar en democracia», por lo que instó al Estado de Honduras a «fortalecer sus fundamentos, como la independencia de los poderes, la rendición de cuenta, la lucha a la corrupción, la libertad de opinión y expresión, y de participación efectiva en asuntos públicos».

El organismo resaltó la necesidad de «avanzar en acciones concretas» relativas a la implementación de las recomendaciones de los mecanismos internacionales de derechos humanos y las de la Comisión de la Verdad y Reconciliación y Comisión de Verdad mediante políticas de Estado que permitan «superar esas debilidades institucionales».

La Oacnudh se solidarizó con las víctimas del golpe de Estado y sus familiares, y enfatizó la necesidad de que las «violaciones de derechos humanos ocurridas en 2009 puedan ser debidamente investigadas y sancionadas» para que sus garantías a «la verdad, reparación y no repetición puedan garantizarse efectivamente».