Washington – Stephanie Grisham abandonó este martes su cargo de portavoz de la Casa Blanca sin haber dado nunca una rueda de prensa mientras ocupó el puesto, y se convirtió en la nueva jefa de gabinete de la primera dama de EE.UU., Melania Trump.
En sus menos de diez meses en el cargo, Grisham redefinió el significado de ser portavoz de la Casa Blanca en la era del presidente estadounidense, Donald Trump, al evitar cualquier interacción colectiva con la prensa y centrarse en los canales predilectos del mandatario: Twitter y la cadena Fox News.
«En los próximos días se anunciará mi reemplazo, y me quedaré en el ala oeste el tiempo necesario para ayudar a que la transición sea fluida», confirmó Grisham en un comunicado emitido por la oficina de Melania Trump.
Según los diarios The New York Times y The Washington Post, Trump ha elegido como nueva portavoz de la Casa Blanca a Kayleigh McEnany, hasta ahora portavoz de su campaña de reelección.
McEnany, de 31 años, es una fiel defensora de Trump que aparece frecuentemente en sus canales de televisión favoritos, Fox News y el ultraconservador One America News, algo que el presidente considera crucial en una portavoz.
La joven comentarista comenzó a defender a Trump informalmente en distintos canales hace tres años, hasta que su campaña de reelección la fichó en 2017 para protagonizar algunos boletines propagandísticos emitidos en Facebook bajo la etiqueta de «Real News».
No está claro si McEnany, cuyo nombramiento no ha sido confirmado por la Casa Blanca, tendrá un intercambio más fluido con la prensa que su predecesora, sobre todo teniendo en cuenta que el propio Trump da ahora ruedas de prensa diarias debido a la crisis del coronavirus.
La salida de Grisham como portavoz tiene que ver, según la cadena CNN y el New York Times, con la llegada hace un mes de un nuevo jefe de gabinete de la Casa Blanca, el excongresista Mark Meadows.
Meadows también ha contratado como nueva directora de comunicación estratégica de la Casa Blanca a la portavoz del Pentágono, Alyssah Farah, de acuerdo con el Post.
Más allá de sus frecuentes tuits y sus entrevistas en canales conservadores como Fox News, Grisham evitó la interacción con los corresponsales ante la Casa Blanca hasta tal punto que en muchos casos abandonaba el ala oeste por una puerta lateral para evitar encontrárselos.
Grisham, de 43 años, se justificó en ocasiones al decir que el presidente no quería que diera ruedas de prensa, y recibió breves alabanzas al pelear por un mayor acceso de la prensa estadounidense durante la tercera reunión entre Trump el líder norcoreano, Kim Jong-un, el año pasado en la frontera intercoreana.
En su comunicado, la primera dama subrayó que Grisham, una de las pocas asesoras de Trump que trabajaron en su primera campaña electoral y todavía siguen en la Casa Blanca, «será una excelente jefa de gabinete» y seguirá siendo además su portavoz, como hasta ahora.
«Estoy emocionada de dar la bienvenida a Stephanie a nuestro equipo en este nuevo papel», afirmó Melania Trump en el comunicado.
Grisham reemplaza en el cargo de jefa de gabinete de la primera dama a Lindsey Reynolds, que «renunció esta semana para pasar tiempo con su familia» después de tres años en ese puesto, según la nota.