Tegucigalpa – El año 2020 ha sido difícil en muchas circunstancias para los hondureños, primero la pandemia del coronavirus que ya deja  más de 110 mil contagios y casi tres mil muertes muertes según cifras oficiales y luego, por las dos tormentas tropicales derivas de los potentes ciclones Eta e Iota, que dejaron decenas de fallecimientos y una masiva destrucción de la infraestructura, cultivos y hasta le pérdida de poblados enteros, todos estos aspectos influyeron para que la migración irregular resultara apetecible para muchos.

-En 2020 dos caravanas se formaron en territorio hondureño, pero en un término de 48 horas se informó su desintegración.

-Las caravanas suelen ser convocadas a través de redes sociales y comúnmente no se identifican líderes en las mismas.

En medio de esta vorágine de desgracias que acentuaron la pobreza en todo el Triángulo Norte centroamericano, particularmente en Honduras, hubo intentos para rehacer las llamadas caravanas migrantes pero las mismas no tuvieron éxito alguno, especialmente, si se comparan con los primeros movimientos masivos de personas originados en Honduras.

Desde la poca afluencia hasta la disolución total antes de salir de las fronteras del país, es en resumen la historia de las caravanas migrantes en el año 2020.

Proceso Digital consultó a conocedores del tema migratorio quienes concluyeron que el 2020 no fue solo nefasto para los organizadores de las caravanas sino para los propios migrantes quienes ni siquiera se aproximaron a su objetivo de salir del país.

Nueva convocatoria

Pero quienes promueven este mecanismo, que por mucho es riesgoso para quienes se suman, en redes sociales y sin un líder identificado circula una nueva convocatoria para dos nuevas caravanas migrantes que saldrían el 10 de diciembre y 25 de enero de 2021, respectivamente.

“Aquí lo vemos en primer lugar el hecho que se estén dando las convocatorias a caravanas es que de alguna manera los hondureños están viendo en la migración la única alternativa para solventar sus situaciones”, expresó a Proceso Digital Rolando Sierra, director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso-Honduras).

Reflexionó que, aunque no existe éxito en esta forma de emigrar, los hondureños lo siguen intentando.

Consideró que las caravanas siguen siendo un fenómeno interesante para el estudio ya que no se visualiza quien promueve este movimiento ya que las convocatorias suelen realizarse a través de las redes sociales.

Impacto COVID y de huracanes

El académico profundizó sobre el impacto de la pandemia y los huracanes Eta e Iota que entraron a Honduras como tormentas tropicales, pero causaron daños a nivel de huracán y concluyó que existe un impacto directo en la pérdida de empleo que sigue siendo la principal razón por la que emigran los hondureños.

Estas causas también pesaron para que las caravanas migrantes convocadas en 2020 no tuvieran éxito.

No obstante, alertó que todos estos fenómenos solo pospusieron el deseo de emigrar de los hondureños.

En ese sentido, compartió que el Observatorio Internacional de las Migraciones y Flacso concluyen que 8 de cada 10 hondureños solo han pospuesto su decisión de emigrar a causa de la COVID-19.

“La gente siempre está viendo la migración como alternativa y sobre todo con el triunfo del señor Biden quien ha planteado cambios a la política migratoria, abre un imaginario y alimenta la expectativa de los migrantes”, concluyó.

Ola migratoria

Proceso Digital también dialogó con el experto en derecho internacional, Graco Pérez, quien caviló que, si ya antes de la pandemia existían movimientos migratorios masivos desde Honduras, ahora con el paso de las tormentas tropicales, los mismos podrían aumentar.

Distanció que suceda lo mismo que después del huracán Mitch hace 22 años, es decir una oleada migratoria, ya que consideró que la situación es diferente porque se han endurecido las políticas migratorias de Estados Unidos y de los países de tránsito de los migrantes.

Coincidió que la transición de un nuevo gobierno en EE. UU. puede alimentar el imaginario de los hondureños.

 Sin embargo, resaltó que todo pasa por un trabajo de política exterior.

 Al respecto consideró difícil la reactivación de programas como el Estatus de Protección Temporal (TPS).

Un TPS para migrantes catrachos antes de Eta e Iota

Autoridades hondureñas anunciaron gestiones para lograr un nuevo estatus de protección temporal para los connacionales que emigraron a los Estados Unidos antes de la pandemia.

“Las conversaciones con Washington son vigorosas y que podría alcanzarse un permiso que permita a miles de catrachos poder trabajar y regularizar su estatura migratorio en los Estados Unidos”, dijo una fuente diplomática a Proceso Digital.

Agregó que durante la gira del presidente Juan Orlando Hernández por Washington, los avances de las pláticas fueron sustanciales en favor de los inmigrantes hondureños que pudieran beneficiarse de esta medida, especialmente por la endeble situación de la economía hondureña, devastada por la pobreza que se acentuó tras el paso por Honduras de los ciclones y que empezó el 2020 con los graves efectos producidos por la pandemia.

Organizaciones empresariales prevén la pérdida de por lo menos 600 mil puestos de trabajo en el país como efectos de la pandemia.

Nuevo gobierno, un incentivo erróneo a la migración

Lamentó que la transición de un nuevo gobierno en EE. UU. será un incentivo a la migración, aunque enfatizó que la situación migratoria no cambiará.

Explicó que nada cambiará respecto a las leyes migratorias de EE.UU. y de los países en tránsito de la migración, pero la transición de un nuevo gobierno crea mayor expectativa en la mente de los hondureños con deseo de emigrar.

“Muchas personas creen que van a tener mejores oportunidades de llegar a Estados Unidos, que no creo que sea así porque las condiciones han cambiado con el COVID-19 y las leyes migratorias de Estados Unidos continúan vigentes”, arguyó.

“Desafortunadamente puede haber un pensamiento equivocado y algunas personas podrían aprovecharse de esa necesidad para obtener más recursos y decirle a la gente que sí pueden llegar”, cerró.

Nefasto 2020

Este medio de comunicación también dialogó con Sally Valladares, analista del tema migratorio, quien concluyó que este año más que nefasto para los convocantes de las caravanas lo es para quienes colocan sus esperanzas en estos movimientos migratorios.

“Más que los convocantes, lo es para quienes aún cifran la esperanza de integrar caravanas para cruzar hacia Estados Unidos”, declaró.

Después de las medidas tomadas por los gobiernos en los que blindaron aún más las fronteras, las caravanas perdieron el impulso, no individual, sino colectivo de protesta contra las causas estructurales de la migración, resumió.

“Los Estados reafirmaron que la migración es un asunto de seguridad nacional y no humana, por lo tanto, se perdió el efecto esperado de revertir esa xenofobia y persecución a los migrantes, que se esperaba fuera abordada la migración como una crisis producto del abandono de los gobiernos a su propia población”, zanjó.

Cronología caravanas

Las caravanas no son un fenómeno nuevo en la migración, pero sí se trata de flujos inéditos a causa de su volumen con los que deben lidiar los gobiernos de la región.

Desde hace varios años, numerosas personas han abandonado Honduras, El Salvador, Guatemala y otros países huyendo hacia el norte, en dirección a Estados Unidos.

El 13 de octubre de 2018 se registró la primera caravana masiva de los últimos años.

Octubre 20 de 2018, parte una segunda caravana, también desde San Pedro Sula (Honduras).

Naciones Unidas estimó que unas 7 mil personas integraron la primera caravana migrante de 2018.

Octubre 29 de 2018, una tercera caravana migrante inició en El Salvador con 300 personas y aumentó a mil 700 en las siguientes 24 horas.

Octubre 31 de 2018, sale la cuarta caravana migrante, también llamada la segunda caravana de salvadoreños.

Noviembre 18 de 2018, una quinta caravana parte desde San Salvador compuesta por 200 personas aproximadamente.

Enero 14 de 2019, entre el 14 y 16 de enero, grupos mixtos de Honduras y El Salvador salieron en la denominada sexta caravana migrante. 

Febrero 16 de 2019, entre el 16 y 17 de febrero, diversos grupos de Honduras y El Salvador salieron nuevamente en caravana.

Marzo 28 de 2019, México registró un nuevo flujo migratorio compuesto principalmente por migrantes cubanos, esta fue denominada la octava caravana.

Abril 10 de 2019, una caravana con aproximadamente mil hondureños partió de San Pedro Sula, esta fue denominada la novena caravana.

Enero 15 de 2020, el 15 de enero de 2020 salió de Honduras la primera caravana migrante del año denominada de la pandemia.

Septiembre 30 de 2020, el 30 de septiembre de 2020 salió la segunda caravana del año y la primera durante la pandemia a causa de la COVID-19.

El 02 de octubre las autoridades de Honduras anunciaron que la caravana migrante se dispersó en Guatemala.