Roma – La cantante italiana Laura Pausini presentó hoy en Roma el documental «Un placer conocerte», una repaso a su vida, familia y éxito que parte de una pregunta clave: ¿Qué habría sido de ella si no llega a conquistar el Festival de Sanremo de 1993?». Fue el origen de todo.
La artista acudió esta noche al Auditorio Conciliazione de la capital italiana, arropada por numerosos rostros conocidos y por sus fieles seguidores, para estrenar esta cinta que llegará el 7 de abril a la plataforma Prime Video de Amazon a todo el planeta.
«Fui una niña como cualquier otra, tuve muchos sueños, pero jamás pensé que la vida me habría regalado todo esto», comienza diciendo la artista en este documental, que incluye numerosas imágenes de archivo y que es narrado por su propia voz.
«Un placer conocerte» gira en torno a una pregunta que Laura se plantea con frecuencia: ¿Qué habría sido de su vida si no llega a triunfar aquella noche de 1993 en el festival más popular de Italia, Sanremo, con un tema ya icónico, «La solitudine»?
Para dar respuesta a esta cuestión, se sienta por primera vez ante la cámara para un largometraje para tratarlo con sus seres más queridos, como sus padres, desvelando algunos aspectos desconocidos de su ámbito privado, sus pasiones y anhelos.
Pausini recuerda su infancia y adolescencia en su pueblo, Solarolo (norte), en el que intercalaba sus estudios en la escuela de arte, la iglesia, el trabajo de cuidadora de niños y las noches de música en el bar con su padre, de quien adquirió su pasión.
«Me gustaba todo y no quería renunciar a nada», sostiene.
E incluso en un momento hace un guiño a aquel enigmático Marco que «se marchó para no volver» y al que acabaría haciendo célebre.
Pero sobre todo recuerda la mañana en la que recibió una llamada en su escuela de Faenza que la comunicaba su aceptación en Sanremo. Poco después se convertía en la ganadora más joven de aquella edición, con tan solo 18 años.
Cosas de la vida, entre el público se sentaba el encargado de elegir música para la radio de Países Bajos, que se encargó al día siguiente de emitir «La Solitudine», poniendo así la primera piedra en el meteórico camino internacional de la artista, que suma ya 70 millones de discos vendidos en todo el mundo.
Pero con el tiempo comprendió que los premios, los conciertos multitudinarios o sus esperadas baladas traducidas a multitud de idiomas, con especial cariño al español, no eran suficiente.
Lo entendió de una vez por todas la noche en la que celebró el Grammy que ganó en 2006 por su álbum «Escucha», comiéndose sola una hamburguesa en la habitación de un hotel de Los Ángeles, porque su familia no había podido acompañarla.
«Si no hay nadie con quien festejar, algo falla», confiesa.
Sin embargo, Laura Pausini no tardaría en cumplir con su gran sueño, el de formar una familia.
Lo hizo con su inseparable pareja, el músico y productor Paolo Carta, con quien en 2013 tuvo una hija, Paola, que se suma a los tres que él tenía de otra relación, Jader, Jacopo y Joseph, más mayores.
«Juntos hemos logrado el equilibrio», celebra, sin ocultas sus temores ante la clara posibilidad de que la pequeña siga sus pasos en el mundo de la música.
En su confesión no falta uno de los momentos más destacados de su extraordinaria carrera, el triunfo en los Globos de Oro del pasado año por su canción «Io sì», banda sonora de la película «La vita davanti a se», el regreso de Sophia Loren a la gran pantalla.
Y con la que, además, se convirtió en la primera cantante en ser nominada a los Óscar por una canción en italiano. Un hito que sitúa al comienzo de la cinta, como queriendo dejar claro que aún queda mucha Laura Pausini que escuchar y disfrutar.