Redacción deportes – Los estadounidenses Katie Ledecky y Caeleb Dressel no decepcionaron en su estreno en la piscina del Duna Arena y sumaron sus primeras medallas de oro en los Mundiales de natación que se disputan en Budapest, tras imponerse este sábado en las finales de los 400 libre y del relevo 4×10 libre, respectivamente.
Pero si Ledecky y Dressel son el presente de la natación, el futuro, al menos en las pruebas de estilos, tiene el nombre del joven francés Leon Marchand, de 20 años, que se quedó a tan sólo 44 centésimas de legendario récord del mundo -4:03.84- de los 400 estilos de Michael Phelps, vigente desde los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
Leon Marchand, ha nacido una estrella
El nadador francés, que ya había acaparado los titulares este invierno con su sobresaliente actuación en los Campeonatos Universitarios de Estados Unidos, se consagró este sábado como la nueva estrella mundial de las pruebas de estilos, tras colgarse el oro en los 400 estilos con un tiempo de 4:04.28 minutos, nuevo récord de Europa.
Un registro que se cimentó en la descomunal posta de braza que realizó el nadador de Toulouse que pasó de ocupar la segunda plaza a 48 centésimas del estadounidense Carson Foster a liderar la prueba con una ventaja de más de 2 segundos y medio sobre el norteamericano.
Sensacional actuación que permitió a Leon Marchand afrontar la última posta de nado libre, con 1.11 segundos de ventaja sobre el récord del mundo que el estadounidense Michael Phelps estableció en el Cubo de Agua de Pekín.
Una ventaja que poco a poco fue desapareciendo hasta tocar la pared 44 más lento que la plusmarca de Phelps, lo que no puede empañar la sobresaliente actuación de Marchad que se alzó con su primer título mundial con una ventaja de más de 2 segundos sobre su más inmediato perseguidor, el estadounidense Carson Foster que se colgó la medalla de plata.
Sin Titmus Ledecky no encuentra rival en los 400
Sin el concurso de la australiana Ariarne Titmus, su verdugo tanto en la final de los pasados Mundiales de Gwangju como en la de los Juegos Olímpicos de Tokio, la estadounidense Katie Ledecky no encontró rival en su camino hacia la conquista de su cuarto oro en la prueba de los 400 libre.
Y es que la jovencísima canadiense Summer McIntosh, de tan sólo 15 años y la gran revelación de la temporada, parece todavía muy lejos de poder inquietar a toda a una leyenda como Ledecky, que manejó a su antojo la prueba.
Tal y como demostraron los 1.24 segundos en los que Katie Ledecky, que se impuso con un crono de 3:58.15 minutos, nuevo récord de los Campeonatos, aventajó finalmente a McIntosh, que por primera vez en su carrera logró bajar de la barrera de los 4 minutos para colgarse la plata con un tiempo de 3:59.39.
Dressel da el primer paso hacia las ocho medallas de oro
El estadounidense Caeleb Dressel sumó la primera medalla de oro a las que aspira en la capital magiar, tras contribuir al triunfo de los conjunto norteamericano en la final del 4×100 libre.
Dressel, que apenas una hora antes se había asegurado su presencia en la final de los 50 mariposa con el segundo mejor tiempo, fue el encargado de lanzar el relevo estadounidense con una posta inicial que situó ya en cabeza a los norteamericanos.
Eso sí con menos ventaja de la esperada ya que Dressel sólo superó por 20 centésimas al canadiense Joseph Liendo, lo que no impidió el triunfo de los Estados Unidos, que se aseguraron el oro antes de la última posta gracias al sensacional relevo de Justin Ress.
El equipo estadounidense, que firmó un tiempo de 3:09.34, se colgó el oro por delante de Australia, que gracias a una gran posta final de Lyle Chalmers, arrebató la medalla de plata al cuarteto italiano que tuvo que conformarse con el bronce.
Winnington se resarce de su fiasco olímpico
El australiano Elijah Winnington se resarció del varapalo que sufrió en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio en los que tuvo que conformarse con una decepcionante séptima plaza pese a llegar a la capital japonesa con la vitola de máximo favorito, tras proclamare campeón del mundo de los 400 libre con un tiempo de 3:41.22 minutos.
Winnington, de 23 años, tuvo que exprimirse como nunca para derrotar al alemán Lukas Martens, que llegaba a la cita como principal candidato al oro tras los espectaculares 3:41.60 que firmó el pasado mes de abril.
De hecho, Martens, de tan sólo 20 años, parecía destinado a la victoria tras llegar a los últimos cien metros en la primera posición.
Dos largos finales en los que Winnington demostró que había medido mejor sus fuerzas que su rival, ya que mientras que Mertens fue poco a poco velocidad, el australiano fue aumentando cada vez más y mas su frecuencia de brazada hasta superar por completo al alemán, que toco la pared más de un segundo y medio después -1.62- que el australiano.
La velocidad sigue siendo australiana
Pese a las ausencias de estrellas de la talla de Emma McKeon o Cate Campbell el conjunto australiano revalidó el título de campeón del mundo que logró en Gwangju 2019, tras imponerse en la final del relevo 4×100 libre 3:30.95 minutos.
Liderado por la joven Mollie O’Callaghan, la nueva sensación de la velocidad australiana, el equipo oceánico no dio ninguna opción a sus rivales, como atestiguó el 1.20 segundos en que aventajó a Canadá, medalla de plata, y los 1.63 en los que superó a Estados Unidos, bronce.