Ginebra – El número de desplazados y refugiados en el mundo creció en casi nueve millones de personas el pasado año hasta alcanzar el récord de 79,5 millones, aproximadamente el 1 % de la población mundial, destacó el informe anual publicado hoy por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Se trata de la cifra más alta recogida por el organismo desde que recopila estas estadísticas, publicadas como cada año en vísperas del Día Mundial del Refugiado (20 de junio).
El incremento se explica en parte por el mayor flujo de desplazados en zonas como la región del Sahel (Mali, Níger), desde la República Democrática del Congo hacia Uganda o en el noroeste de Siria, explicó el alto comisionado de la ONU para los Refugiados, el italiano Filippo Grandi, al presentar el informe.
De esta población en movimiento, 45,7 millones son desplazados internos dentro de su país de origen, 26 millones refugiados en territorios distintos al suyo, 4,2 millones solicitantes de asilo y 3,6 millones son venezolanos considerados en una categoría distinta por la doble vertiente económica y política de su éxodo.
Venezuela, cuyo éxodo en realidad supera los 5 millones de personas, es el segundo país en número de refugiados contabilizados por ACNUR, sólo por debajo de los 6,6 millones de sirios y superando a naciones como Afganistán (2,7 millones) Sudán del Sur (2,2 millones) y Birmania (1,1 millones).
En cuanto a los destinos, Turquía es el país que acoge un mayor número de refugiados (3,6 millones) seguido de Colombia (1,8 millones), Pakistán (1,4 millones), Uganda (1,4 millones) y Alemania (1,1 millones).
El informe subraya que el 85 por ciento de los desplazados se concentran en naciones de ingresos medios o bajos y que el 73 por ciento de los refugiados viven en países vecinos al de origen.
Grandi destacó al presentar los datos que un 40 por ciento de las personas desplazadas son menores de 18 años y subrayó que el número de refugiados que pueden retornar a sus países de origen (317.200 en 2019) es cada año menor.
«En los años 90 alrededor de millón y medio de personas regresaban cada año a sus casas, pero en la década que acaba de terminar la media anual ha sido de sólo 400.000 y sigue descendiendo», lamentó.
Ello «muestra la persistencia de los conflictos, la emergencia de otros nuevos y la parálisis de la comunidad internacional a la hora de afrontarlos», añadió el alto comisionado.
Las solicitudes de asilo el pasado año superaron los dos millones, con Estados Unidos como el país que más recibió (301.000) seguido de Perú (259.800), Alemania (142.500), Francia (123.900) y España (118.300).
Las poblaciones desplazadas afrontan además este año los problemas añadidos que ha planteado la pandemia mundial de COVID-19, aunque Grandi señaló que por ahora no se han registrado grandes brotes en campos de refugiados (hasta el momento se han testado 1.200 casos sospechosos en esas instalaciones).
El alto comisionado citó el caso de Cox’s Bazar, el mayor campo de refugiados del mundo en Bangladesh, donde por ahora sólo se han confirmado 35 casos de la enfermedad, aunque pidió ser cauto con las cifras y seguir vigilantes.
El italiano subrayó que, pese a los desafíos que ha presentado la COVID-19, la respuesta de los países donantes ha seguido siendo positiva estos meses.
Los 250 millones de dólares solicitados por ACNUR para ayudar a la población desplazada durante la pandemia han sido completamente financiados y ahora el organismo prepara aumentar su solicitud hasta 745 millones.