Ginebra – El coronavirus está afectando actualmente a menos trabajadores de la sanidad y en promedio representan el 5 % del total de casos, frente al 14 % que suponían hace unos meses, según los datos de más de ochenta países analizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En ambos casos -aunque de forma más grave en meses pasados que en la actualidad- los trabajadores de la sanidad han sufrido proporcionalmente más por la covid-19 que el resto de la sociedad, ya que ellos solo representan el 3 % de la población mundial y menos del 8 % en los países considerados ricos.
«Los datos indican que desde el inicio de la pandemia se ha producido una disminución sustancial de infecciones entre las personas que trabajan en la sanidad y la proporción es cercana a la de la población en general», dijo hoy en una rueda de prensa virtual la epidemióloga de la OMS Anne Perrocheau.
Las principales razones de esta mejora son la mayor disponibilidad y uso adecuado de equipos de protección (trajes, mascarillas, guantes y gafas especiales), un cumplimiento más estricto de las medidas de higiene, y el uso generalizado y permanente de las mascarillas tanto en las instalaciones médicas, como en otros lugares de alto riesgo como residencias de ancianos.
Para cubrir la escasez de equipos de protección sanitaria que fue evidente en los primeros meses de la pandemia, la OMS y otras entidades pusieron en pie un sistema que ha permitido distribuir más de cien millones de mascarillas y 18 millones de respiradores a países que los necesitaban con urgencia.
«Se han hecho muchos esfuerzos para resolver este problema, pero debemos ser conscientes de que (la escasez) puede ocurrir otra vez y que los países debe hacer compras regulares de equipos de buena calidad», comentó la especialista en prevención de infecciones de la OMS Benedetta Allegranzi.
De los datos que ha recibido de los países, la OMS no ha podido estimar la proporción de sanitarios fallecidos por coronavirus en relación al resto de la población.
Lo que sí se sabe es que las principales vías de contagio de los trabajadores sanitarios han sido el contacto directo con pacientes de covid o sus fluidos, participación en procedimientos de intubación de enfermos graves y mala utilización de los equipos de protección.
No obstante, un parte de ellos se contagiaron de coronavirus fuera del marco laboral, sea en sus hogares o en otros entornos sociales.
Para la OMS, el hecho de que ahora menos sanitarios contraigan el virus refleja un mejor enfoque por parte de los hospitales, y de los gobiernos locales y nacionales.
En más de ocho meses de pandemia, los trabajadores sanitarios sufren un estado de agotamiento en los países más afectados, en muchos de los cuales el sistema hospitalario colapsó o estuvo a punto de hacerlo.
Algunos estudios preliminares en países de ingresos altos y medio-altos revelan que en ciertos países el nivel de estrés y desgaste profesional extremo ha llegado en algunos países al extremo en que los profesionales del sector reflexionan sobre abandonar sus puestos y los estudiantes en cambiar de carrera.
«La preocupación más grande tiene que ver con lo que ocurrirá en los próximos doce meses», declaró el director del área de la OMS dedicada a los profesionales de la salud, Jim Campbell.
Pese a esta inquietud, no existe una recomendación global sobre la carga máxima de pacientes que un trabajador sanitario puede asumir para preservar su salud física y emocional en el contexto actual de pandemia.
«Existe evidencia clara de lo que debería ser una dotación de personal segura y su impacto en la seguridad de los pacientes, así como del estrés y del impacto en la salud mental de los empleados, pero esto varía en los distintos escenarios», declaró Campbell.