Naciones Unidas – Más de 300 millones de niños y niñas en todo el mundo viven en una situación de pobreza extrema, según un nuevo informe del Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef) junto al Banco Mundial.
Los datos muestran que, si bien la cifra de menores que subsisten con menos de 2,15 dólares al día se redujo entre 2013 y 2022, los efectos de la pandemia en la economía han pausado este progreso.
En concreto, según el análisis, unos 30 millones de niños y niñas habrían salido de la pobreza extrema durante los últimos tres años de no haber sido por las disrupciones de la covid-19.
Por regiones, la más afectada es la de África subsahariana. No solo registra un 40 % de menores que viven en una pobreza extrema, sino que la región cada vez supone una mayor parte de la tasa global de pobreza infantil, impulsada por el rápido crecimiento de la población, los desastres medioambientales y los efectos de la pandemia.
De hecho, solo África subsahariana, el norte de África y Oriente Medio han visto crecer sus niveles de pobreza infantil extrema en los últimos años.
Los datos se conocen a pocos días de que comience en Nueva York la Semana de alto nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas, donde los líderes de todo el mundo evaluarán el progreso mundial en los objetivos de desarrollo sostenible adoptados en 2015.
Según Unicef y el Banco Mundial, el objetivo de eliminar la pobreza infantil extrema para 2030 no se cumplirá de mantenerse el actual rumbo.
Otro de los hallazgos del informe es que los niños suponen el 50 % de la población que vive en situación de pobreza extrema, a pesar de que son solo un tercio de la población mundial.
Las cifras son especialmente preocupantes en los países en conflicto, en las regiones rurales o en los hogares donde los cabezas de la familia no han tenido acceso a la educación.
En este tipo de situaciones, los menores no tienen acceso a alimentos, higiene o cuidados sanitarios. Unicef recuerda que la inversión en ayudas económicas para padres y madres es una medida efectiva para reducir la pobreza infantil.
El organismo hizo un llamamiento también a invertir en los más pequeños, asegurando que los programas públicos de ayuda lleguen a las familias con hijos jóvenes, ya que se ha demostrado que invertir pronto en la infancia es una de las maneras más efectivas de eliminar la pobreza generacional.