Tegucigalpa – Más de dos mil hondureños ingresaron violentamente por la frontera de Corinto, denunció este jueves el director del Instituto de Migración de Guatemala, Guillermo Díaz.

– Pidió a las autoridades hondureñas que hagan algo por detener el flujo migratorio de sus ciudadanos.

El funcionario detalló que los migrantes hondureños colocaron a menores de edad, mujeres y personas de la tercera edad como escudos para poder pasar hacia Guatemala, sin que la policía de ese país lograra detenerlos.

Señaló que los hondureños ingresaron sin ningún tipo de protocolos, ni medidas de bioseguridad, por lo que preocupa un rebrote del virus de COVID-19.

Indicó que el riesgo como población vulnerable es de un alto riesgo si llega otro flujo igual o mayor de migrantes hondureños a la frontera.

Dijo que el Instituto de Migración de Guatemala es respetuoso de los derechos humanos por lo que no se podía detener de forma violenta a mujeres, niños y adultos mayores.

“Quisimos detenerlos en un punto estratégico, pero fue imposible, la preocupación nuestra son los niños que son un grupo vulnerable y son un blanco para el virus de COVID-19”, argumentó.

Señaló que Guatemala tiene el mandato de aplicar los protocolos que los migrantes hondureños irrespetaron.

Indicó que Honduras debe de tomar medidas ante la situación que se registró esta mañana, “esto no puede repetirse, las autoridades hondureñas deben de poner un alto a esta situación”, apuntó.

Los hondureños se encuentran a la altura de Izabal, en Guatemala.