El secretario de Relaciones Exteriores (SRE) de México, Macelo Ebrard, habla este lunes durante una conferencia de prensa en Palacio Nacional, en Ciudad de México (México). EFE/José Pazos

México – El Gobierno de México declaró este lunes emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor debido la pandemia de COVID-19 y alargó al 30 de abril la suspensión de actividades no esenciales en los sectores público, privado y social, a fin de mitigar la dispersión y contagio del nuevo coronavirus.

El coronavirus ha dejado hasta el 30 de marzo 1.094 casos confirmados, 101 más que los 993 de ayer, y 28 defunciones, ocho más que la víspera, informaron las autoridades sanitarias del país.

El Consejo de Salubridad General, máxima autoridad sanitaria del país, decretó tras su reunión de este día la pertinencia de declarar la emergencia sanitaria en concordancia con la medida anterior, en la cual declaró al COVID-19 como una enfermedad grave y prioritaria en el país.

La Secretaría de Salud será la entidad responsable de tomar las medidas necesarias para atender la emergencia por el coronavirus, señaló el Consejo de Salubridad en su acuerdo, el cual estará vigente hasta el 30 de abril próximo.

La decisión del Consejo supone la extensión de la suspensión de actividades no esenciales que ya está vigente desde hace una semana y que en principio estaba previsto terminar el 19 de abril.

El Consejo ha tomado esta decisión a propuesta de la Secretaría de Salud, cuyo titular, el doctor Jorge Alcocer, dijo que el Gobierno ha enfrentado desde hace tres meses y «con responsabilidad» el desafío de la COVID-19 en el país.

A la sesión del Consejo de Salubridad asistió el presidente Andrés Manuel López Obrador, confirmó el canciller Marcelo Ebrard, quien anunció a la prensa la declaración de emergencia.

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, explicó que «la finalidad de esta suspensión (de actividades) es mitigar la dispersión y transmisión del coronavirus para disminuir la carga de enfermedad, complicaciones y muerte por COVID-19 en la población».

«Estamos en una fase de ascenso rápido y hemos insistido en que los estragos los veremos en la fase 3, pero que en este momento estamos a tiempo de aprovechar las medidas de restricción masiva», señaló López-Gatell.

Con este panorama, México tiene su «última oportunidad» para controlar el virus y evitar una situación catastrófica como la que afrontan países europeos y Estados Unidos porque se ha alcanzado un punto en que la transición deja de ser lenta para ser «extremadamente rápida», indicó.

Explicó que la autoridad sanitaria ha subrayado la importancia de continuar las actividades esenciales, la primera de las cuales se refiere al personal médico y sanitario. «Garantizar la atención médica es necesario para atender la emergencia, tanto en lo público como lo privado», apuntó.

López-Gatell señaló como prioritarias las actividades relacionadas con la seguridad pública, la protección ciudadana, la defensa de la soberanía nacional, la procuración e impartición de justicia y la actividad legislativa en los niveles estatal y federal.

Otro sector que continuará su actividad son los programas sociales del Gobierno, que están orientados a dar ayudas financiera, médica y alimentaria a poco más de la mitad de la población. Los servicios de agua, drenaje y saneamiento básico continuarán en todo el país, explicó López-Gatell.

El funcionario dijo que en estas actividades no deberán realizarse reuniones de más de 50 personas, además de que la jornada de Sana Distancia también se extenderá hasta el 30 de abril.

Las personas de más de 60 años y los que tienen enfermedades que pueden generar complicaciones deberán tener un estricto resguardo domiciliario, por lo cual tendrán que ser sustituidas en sus funciones laborales.

El funcionario confirmó que una vez que se considere superada la emergencia sanitaria, las autoridades tomarán medidas para un regreso escalonado a las actividades laborales que serán determinadas por la Secretaría de Trabajo.

El presidente López Obrador anunció que prepara un plan de «reactivación de la economía» ante la crisis de COVID-19 que incluye la entrega de «un millón de créditos para pequeños negocios» y reforzar los programas de bienestar, para lo que están adelantado el pago de dos bimestres de ayudas a los adultos mayores.

Los empresarios de México, a través de las dos principales patronales del país -el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex)-, hace más de diez días que urgen al Ejecutivo a tomar medidas de gran calado para hacer frente a la crisis económica.

Algunos expertos han pronosticado caídas del Producto Interno Bruto (PIB) de México superiores al 5 % para 2020 como consecuencia de la pandemia.