Tegucigalpa – Doriani Rodríguez, es una inmigrante venezolana, madre de cuatro hijos, pero se radicó en Colombia en los últimos años, hace un mes decidió emigrar e inició por la selva del Darién.

Esto ha sido lo peor de la travesía aunque ya cruzó Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Honduras.

Lo anterior se debe a que sus hijos vieron personas morir y cadáveres en la selva, una de sus pequeñas ahora tiene pesadillas, relató a Proceso Digital.

Detalló que viaja con un grupo donde hay ocho niños, cuatro de ellos sus hijos.

Pero es la más pequeña de siete años quien ahora no puede conciliar el sueño después de toparse con un cadáver en la selva de Darién.

“Es muy fuerte, cuando mi hija vio el muerto se puso pálida y pensaba que le iba a dar algo”, narró.

Le tardó casi cuatro días cruzar la temible selva que se convierte en el primer muro de la migración para los venezolanos.

Pese a todo lo que ha sufrido en la travesía -dijo- es mejor que la situación en su país, razón por la que decidió emigrar.

No obstante, es su hija menor quien paga la cuenta ahora ya que vive traumada y en su imaginario piensa que “los zombies” vienen por ella.

La niña con el permiso de su madre, contó a este medio de comunicación que ella simplemente caminaba y buscó refugio en una carpa, ahí es donde estaba el cadáver.

El susto fue grande y traumático, era la primera vez que veía y tenía contacto con un cadáver.

“Sueño que los muertos se levantan”, dijo la pequeña cuyo impulso en el momento que observó el cadáver fue correr.

En Honduras puedo olvidar por un rato este trauma al llegar a la ciudad de Danlí donde compartió con otros niños, jugó un rato y se divirtió como parte de las actividades de entretenimiento que algunas organizaciones realizan en el plan de acogida de migrantes en su tránsito por el país centroamericano.

“Le pido perdón a Dios y a mi hija también por lo que sucedió”, sollozó la madre de la menor.

Ahora clama ayuda psicológica para sus hijos, pero sabe que no puede iniciar un tratamiento ya que su principal objetivo es avanzar y llegar a Estados Unidos.

Agregó que su hijo mayor de 10 años también vio el cadáver pero no tiene tantos traumas como su hija de siete.

Externó que es duro escuchar que su niña todos los días tiene pesadillas y teme que los zombies vengan por ella, solo por buscar mejores condiciones que las que su país ofrece.