Tegucigalpa – El Motagua, último campeón de Honduras, viajó este lunes a Kingston para el juego de ida, el miércoles, contra el Waterhouse, de Jamaica, por los cuartos de final de la Liga Campeones de la Concacaf (Confederación Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol).
El entrenador del Motagua, el argentino nacionalizado hondureño Diego Vázquez, dijo a los periodistas que viajaban «tranquilos» para el partido contra el Waterhouse, del que dijo que es «un buen equipo» al que buscarán ganarle para tener una ventaja en el partido de vuelta.
Vázquez resaltó que el Motagua atraviesa por un buen momento en el torneo local Apertura, en el que el domingo sumó su sexto triunfo consecutivo, de ocho que lleva, a los que suma un empate y una derrota.
El Motagua es líder del Apertura hondureño con 25 puntos, escoltado por el Marathón, que dirige el argentino Héctor Vargas, con 23.
El defensa izquierdo del Motagua, Emilio Izaguirre, señaló que el Waterhouse puede ser en su casa un «rival duro», pero que esperan regresar de Kingston con el triunfo.
Añadió que el Waterhouse demostró mucha fuerza en el partido que eliminó al Herediano, de Costa Rica en la Liga Campeones.
El partido de vuelta entre Motagua y Waterhouse se jugará el 2 de octubre a puerta cerrada en el Estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula, norte de Honduras.
El Motagua, de Tegucigalpa, deberá jugar en San Pedro Sula por un castigo que le impuso la Concacaf a raíz de los incidentes violentos registrados a mediados de agosto en las afueras del Estadio Nacional, de la capital hondureña, en los que murieron de manera violenta cuatro personas y otras diez resultaron lesionadas.
Los hechos se registraron cuando restaban pocos minutos para que iniciara el clásico nacional entre Olimpia y Motagua, ambos de la capital de Honduras, que fue suspendido por los incidentes violentos.