Washington – Muchos de los más de 30 millones de latinos habilitados para votar en las elecciones de noviembre «corren el riesgo de que se les niegue la oportunidad», afirmó este martes Arturo Vargas, director de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Designados (NALEO).
«Los caucus de Nevada demostraron que el voto latino tiene un impacto», añadió Vargas durante una teleconferencia de prensa en la cual participaron otras organizaciones involucradas en campañas de promoción del voto y la vigilancia del proceso electoral que culminará el 3 de noviembre con la elección presidencial.
NALEO ha organizado la campaña «Vé y vota», que cuenta con una red de voluntarios bilingües a los que se puede contactar por medio de llamadas telefónicas gratuitas y quienes explican los trámites necesarios para votar, y dar cuenta de los sitios donde estarán los puestos electorales.
«Muchos latinos corren el riesgo de que se les niegue la oportunidad de votar», dijo Vargas. «Por eso estamos vigilantes, para asegurar que cada latino y cada latina, habilitados para votar, puedan ejercer sus derechos».
De acuerdo con la Oficina del Censo, la participación de los votantes latinos en las elecciones legislativas de 2018 tuvo un notable incremento en relación con los comicios de 2014. Más del 40 % de los latinos en edad de votar lo hicieron en 2018 comparado con el 27 % en las elecciones de 2014.
Los otros participantes en la conferencia fueron Kristein Clarke, del Comité de Abogados por Derechos Civiles bajo la Ley; Karen Hobert Flyn, de Common Cause, y Melanie Campbell, de la Coalición Nacional de Participación Civil Afroamericana.
Estos grupos encabezan una red de más de 200 organizaciones y 100 firmas de abogados que trabajan tanto en educación electoral, como en labores de vigilancia en los sitios de votación el día de los comicios y de control en los procesos de escrutinio.
El objetivo de estos esfuerzos, dijo Clark, es «garantizar que cada ciudadano estadounidense que tiene derecho a votar, pueda participar y para ello estamos combatiendo la supresión del voto».
«Ya vimos en la elección de 2016 el impacto que tienen las regulaciones y leyes que apuntan a suprimir el voto, especialmente de las minorías y los grupos más pobres», añadió.
Clark recordó que en 2020 «tenemos algo que ocurre en Estados Unidos solo cada 20 años: la coincidencia de una elección presidencial con la realización de un censo del cual resultan las asignaciones de representación de los Estados en el Congreso y el Colegio Electoral».
«En esta coalición seguimos haciendo presión con las compañías de medios sociales para contrarrestar la intimidación, la desinformación y las «llamadas robóticas», agregó.
Hobert, cuya organización tiene 1,2 millones de miembros, afirmó que «estos son tiempos cruciales para nuestra democracia, y sabemos que es mucho lo que están en juego».
«Aparte de las barreras que se han levantado en varios estados para hacer más difícil la votación, especialmente de minorías, vemos que muchos estados emplean nuevos sistemas de votación», indicó.
«Procuramos que las compañías de redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram asuman sus responsabilidades y deban rendir cuentas», dijo Hobert.
Campbell indicó que su organización «comprende el impacto de la supresión de votantes y trabaja con abogados y otros voluntarios para confrontar esas tácticas que dejan afuera a los votantes, especialmente los más jóvenes».
«Necesitamos que la gente vote sin miedo, sin intimidación», agregó. «Alentamos a las comunidades afroamericanas para que sean contadas en el censo y para que voten en las elecciones».