Miami – Un grupo de mujeres inmigrantes protegidas en santuario en templos religiosos presentaron una demanda contra el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) por las multas, en su opinión «abusivas», que les han impuesto por no acatar las órdenes de deportación.
Apoyadas por grupos de derechos de los inmigrantes como Austin Sanctuary Network (ASN) y Free Migration Project (FMP), estas inmigrantes consideran que las multas por miles de dólares son una represalia contra los líderes del movimiento del santuario, especialmente mujeres.
Cada demandante es un líder en el actual movimiento de santuario, por el que hay cerca de 150 personas amparadas en iglesias a lo largo del país.
En declaraciones recogidas en un comunicado, Peggy Morton, líder del ASN, indicó que han sido «testigos a la horrible crueldad» de oficiales migratorios que han vigilado sus iglesias e impuesto en represalia «multas grandísimas», y han contribuido a la creación de «trauma» innecesario en estos migrantes.
El grupo de líderes presentó su demanda contra el ICE y varios de sus oficiales bajo la primera y octava enmiendas de la Constitución de Estados Unidos, que protegen los derechos a la libertad de religión y prohíben que el Gobierno federal imponga fianzas excesivas o castigos inusuales o crueles, respectivamente.
También se basan en la ley de restauración de la libertad religiosa (RFRA), pues, en su opinión, la decisión de tomar santuario es un «acto de fe».
Desde el verano de 2019, el ICE comenzó a mandar cartas a líderes en santuario con gran visibilidad pública amenazando con imponer multas de hasta medio millón de dólares.
Finalmente los avisos fueron retirados, pero en 2020 comenzaron a multar a varios inmigrantes, que actualmente enfrentan infracciones de aproximadamente 60.000, destaca el comunicado.
«Documentos recientemente recibidos por una demanda hecha por la Ley de Libertad De Información (FOIA) han demostrado que estas multas son parte de un esfuerzo coordinado por muchos años por oficiales de la Administración del presidente Donald Trump y el ICE para perseguir y acosar las líderes en el movimiento santuario», aseguran los demandantes.
Vicky Chávez, una de las demandantes y que vive en Salt Lake City, estado de Utah, indicó que las multas por «decir la verdad son injustas y una manera de callarnos».
Otra de las firmantes de la demanda judicial, Hilda Ramírez, líder del movimiento santuario en Austin, estado de Texas, dijo sentirse «asustada y ansiosa» por la elevada cantidad que le pide el ICE, lo que en su opinión es una «extorsión».
Sentimientos similares a los de Edith Espinal, quien está en santuario en Columbus (Ohio), quien recuerda que en un primer momento experimentó «tanto miedo y coraje».
David Bennion, director ejecutivo de Free Migration Project, dijo en el mismo comunicado que «buscar santuario es una defensa sagrada de los derechos humanos fundamentales».
Entre otras formas de reparación, las demandantes piden que el ICE no pueda aplicar multas civiles, así como una disculpa formal por el daño que su persecución les ha causado.
«Las multas civiles del ICE fueron diseñadas para callar a las líderes y son transparentemente punitivas», dijo Elena Hodges, del NYU Law Immigrant Rights Clinic.