Tegucigalpa – A criterio del expresidente del Banco Central de Honduras (BCH), Hugo Noé Pino, el nivel de déficit del país “es aceptable”, tomando en cuenta el bono soberano de 700 millones de dólares que se colocará en enero de 2020.
– Sin embargo criticó que Honduras no tiene un horizonte claro en los aspectos económicos lo que dificulta la situación para la mayoría de la población.
– Lamentó que la inestabilidad política se traduce en la poca confianza de la inversión externa.
Dijo que los déficits son financiados por deuda interna y deuda externa.
“En este caso el déficit fiscal puede considerarse bajo, no obstante la dinámica que siguió la deuda durante la presente década hace que aunque el déficit fiscal sea bajo esto aumente el saldo de la deuda”, explicó en declaraciones la mañana de este jueves a la cadena radial HRN.
Ahondó que en los primeros cinco años de esta década se creó un efecto de aumento del déficit muy fuerte. “En los segundos cinco años se ha disminuido el déficit fiscal, pero el daño quedó hecho con el saldo de la deuda y los pagos que se están dando”.
Si hablamos de estabilidad fiscal -prosiguió Noé Pino- en relación con los indicadores financieros tradicionales, se pudiera señalar que existe en Honduras una relativa estabilidad en el sentido que el déficit es bajo, el nivel de reservas es bastante aceptable, la inflación no ha sido muy acelerada. “Pero si hablamos que eso se traduce en bienestar para la población, pues la mayor parte de la gente sabe que eso no es así, que el nivel de desempleo es bastante alto y persistencia de la pobreza, entonces ha sido una estabilidad macroeconómica que no se traduce en crecimiento como se prometió desde hace varios años”.
Mencionó que es muy fuerte el impacto del déficit en el presupuesto general, desde el punto de vista de los pagos anuales que se deben hacer (capital e intereses).
Cito que en 2019 se presupuestaron 38 mil millones de lempiras para el servicio de la deuda, mientras para 2020 se tienen agendados 42 mil millones.
Noé Pino subrayó que tomando en cuenta que 16 mil millones de lempiras es el presupuesto en Salud, quiere decir que cerca de tres presupuestos de esa secretaría son destinados al pago de la deuda.
El extitular del BCH en la gestión de Manuel Zelaya, dijo que “países como Honduras que sus ahorros no son suficientes para financiar la inversión, siempre requiere al endeudamiento, el problema que se ha dado es la estructura de esa deuda que en esta década ha aumentado mucho”.
Adicionó que la deuda interna es a corto plazo con tasas de interés más altas y “adicionalmente la deuda externa por primera vez Honduras ha ido a la colocación de bonos soberanos, que implican también condiciones nada concesionales con respecto a la que se obtiene de organismos multilaterales”.
El economista cuestionó: “¿Para qué se utiliza la deuda? Pues parte de esta deuda se está utilizando para gasto corriente, obviamente esto no tiene impacto en el crecimiento económico y en el bienestar de la población”.
Refirió que muchos de los prestamos obtenidos por el país, tanto para deuda interna como externa, ha sido lo que se denomina apoyo presupuestario, o sea que ha ido a gasto corriente.
Comentó que tomando en cuenta el bono soberano de 700 millones de dólares que se colocará en enero de 2020, el nivel de déficit de Honduras “es aceptable” y probablemente se convierta en una tasa de interés menos a los bonos anteriores colocados por la actual administración gubernamental.
Citó que “cuando el presidente Juan Orlando Hernández va a la cumbre del cambio climático a España y anuncia de que Hondura pedirá en cierta forma una condonación o una moratoria en el pago de la deuda por dos años, eso obviamente pone a posibles acreedores futuros en Honduras en preocupación, qué está pasando Honduras no va a pagar su deuda en el exterior”.