Nueva York – El balance total de muertes por COVID-19 en Nueva York es muy superior a las cifras oficiales, dado que no se están contabilizando de 100 a 200 personas que fallecen cada día en sus casas sin haber sido sometidas a pruebas, pero que probablemente tenían la enfermedad.
Así lo advirtió este miércoles el alcalde, Bill de Blasio, que defendió la necesidad de incluir a estas víctimas en el recuento para explicar verdaderamente la dimensión de la tragedia, que en la ciudad se ha cobrado ya más de 3.500 vidas, de acuerdo con los números oficiales del martes.
Según las autoridades, en un día normal, menos de 25 personas fallecen en sus domicilios en la Gran Manzana, mientras que recientemente se han registrado «entre 100 y 200 personas al día» muertas en sus domicilios, de los que una mayoría probablemente tenían COVID-19.
«No todas las muertes, pero claramente una gran mayoría están relacionadas con el coronavirus», dijo De Blasio a la cadena FOX 5.
Según medios locales, los servicios forenses de la ciudad no están haciendo tests a cadáveres en busca del virus, pero sí están señalando el COVID-19 como causa «probable» de la muerte cuando así se considera.
Esos fallecimientos, sin embargo, no se incluyen en el conteo oficial, que únicamente incluye los casos confirmados de coronavirus.
Sí se incluyen los de las personas fallecidas fuera de hospitales pero que previamente habían dado positivo.
«Es comprensible que en una crisis sea más complicado confirmar», señaló en otra entrevista con la CNN el alcalde, que insistió en que los recursos se están centrando en salvar vidas, aunque reconoció que es muy importante conocer los números reales.
Pese a un repunte de los fallecimientos el martes, De Blasio confirmó este miércoles que sigue viéndose una estabilización en el número de hospitalizaciones y de ingresos en cuidados intensivos, lo que las autoridades ven como una señal positiva.
El alcalde insistió en que aún es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas, aunque reconoció que la situación es algo menos crítica que lo que apuntaban algunas proyecciones, sobre todo en el uso de respiradores, por lo que la ciudad cuenta seguro con unidades disponibles para esta semana.