Tegucigalpa – La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas de Derechos Humanos (Oacnudh) instó este miércoles a Honduras a investigar el asesinato del defensor de la tierra Melvin Geovany Mejía y sancionar a los responsables para «evitar la repetición» de esos hechos.
En un comunicado, la Oacnudh condenó el asesinato en el municipio de Morazán, departamento de Yoro, norte del país, de Mejía, indígena de la etnia Tolupán y defensor de la tierra y el territorio.
Según la información de la Oacnudh, Mejía fue hallado el pasado sábado con heridas de arma de fuego en Morazán y falleció cuando era trasladado a un centro hospitalario de la zona.
Desde 2014 Mejía participaba en procesos comunitarios dirigidos a recuperar tierras ancestrales a través del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ) y en los últimos días había organizado acciones en defensa de la tierra y del territorio indígena, añadió.
Ante la conflictividad «creciente y graves hechos de violencia» que se han registrado en el municipio de Morazán, la representante de la Oacnudh en Honduras, Isabel Albaladejo Escribano, dijo que “es urgente que las autoridades procedan a investigar y sancionar este asesinato, que se suma a otros registrados, para evitar la repetición y prevenir ulteriores hechos de violencia en la zona”.
Según información de la Oacnudh, el asesinato de Mejía es el tercero de un defensor de derechos humanos y del ambiente en Honduras en lo que va de 2022, que se suman a las diez muertes violentas de activistas documentados por la Oficina de la ONU en 2021.
La Oacnudh reiteró su compromiso y respaldo «al trabajo de búsqueda de justicia que el MADJ hace en favor del pueblo tolupán».
Además, expresó su solidaridad con la familia de la víctima y reiteró su respaldo a la comunidad tolupán y a las personas defensoras que promueven y protegen sus derechos en el país centroamericano.
Honduras es un país considerado como uno de los más peligrosos para los defensores del medioambiente, derechos humanos y de la tierra, según informes de Amnistía Internacional y de la ONG Global Witness.