Tegucigalpa – La pandemia de la COVID-19 aumentará la desigualdad, el número de desempleados y pobres en Honduras, en especial en el Corredor Seco, donde más de 1,6 millones de personas padecen inseguridad alimentaria, alertó este sábado la organización humanitaria Oxfam.
«Muchas personas han perdido el empleo. Generalmente las mujeres ocupan mucho el sector informal, donde hay menos protección contra la suspensión de contrato y despido», dijo el representante de Oxfam en Honduras, George Redman, en una entrevista con Efe, vía zoom.
El poder adquisitivo de las familias ha disminuido por la pérdida de empleos, la reducción de las remesas y el alza en el precio de los alimentos, principalmente en el área rural, donde muchas personas viven en situación de pobreza por la sequía que ha afectado la producción de alimentos, especialmente la llamada agricultura de subsistencia, añadió.
Según esta red global de organizaciones no gubernamentales, los ingresos de los agricultores en el corredor seco de Honduras han «bajado un 20 por ciento».
Esa reducción provoca que las personas que “empiezan a comer menos, comer una dieta menos sana, a vender lo poquito que tienen, reservas de semillas, animales y artículo de la casa, para cubrir sus gastos», enfatizó.
Honduras está semiparalizada por las medidas de aislamiento social que se aplican para frenar la expansión del coronavirus, que en esta nación ha infectado a cerca de 74.000 personas y dejado 2.271 muertos.
HAMBRE SE AGUDIZARÁ
La COVID-19 agudizará la crisis de hambruna en las regiones hondureñas que ya padecen este problema, señaló Redman, que urgió al Gobierno a seguir impulsando transferencias monetarias y dar mayor acceso a tierras, agua, insumos agrícolas y mercado a las personas.
«Familias que padecían de hambre años anteriores, con lo que está sucediendo ahora hay un riesgo de que sigan padeciendo de hambre», en especial en el Corredor Seco, una de las zonas más vulnerables al cambio climático, subrayó.
La cosecha agrícola de Honduras, según proyecciones, es «alentadora, sin embargo, eso no se traduce en una mejor situación» para los productores de subsistencia, indicó.
Según cifras de la Unidad Técnica de Seguridad Alimentaria Y Nutricional (Utsan) citados por Redman, cerca de 1,3 millones de hondureños enfrentan inseguridad alimentaria y casi 350.000 personas están en una «situación crítica».
En su opinión, en Honduras hace «falta una visión de desarrollo rural incluyente» respaldada por la inversión pública y la cooperación internacional para abordar los problemas recurrentes que enfrentan las familias en el Corredor Seco.
“La vulnerabilidad que enfrenta una familia o una mujer en el Corredor Seco no es algo que apareció con la pandemia, ya existía antes por la falta de inversión estatal en programas para mejorar su situación y por eso hemos visto tanta migración”, enfatizó.
MIGRAR, UNA ESTRATEGIA DE SOBREVIVENCIA
Previo al estallido de la pandemia, la estrategia de «sobrevivencia» de estas personas era migrar, un fenómeno que también ha sido golpeado por la situación generada por la COVID-19, agregó.
La enfermedad ha afectado en el empleo a migrantes, lo que ha derivado en una reducción en las remesas que envían a sus familias en el país centroamericano, señaló Redman, de nacionalidad inglesa.
«La migración ha bajado, pero sin duda que va llegar un momento en el que los hondureños que se encuentran en esta situación van a volver a migrar hacia las ciudades y fuera del país para sobrevivir», subrayó.
Desde octubre de 2018, miles de hondureños han emprendido varias caravanas partiendo de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, y se han ido sumando miles de personas desde otros lugares de ese país y El Salvador con el deseo de alcanzar «el sueño americano».
La COVID-19 causará además un incremento de entre el 2 % y 2,9 % de la desigualdad en Honduras, indicó Redman al citar datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La pandemia, además de aumentar la pobreza y la desigualdad, también está incrementando las fortunas, por lo que Oxfam abogó por un sistema fiscal “más justo” y la adopción de impuestos a las grandes ganancias.
“No podemos vivir en sociedades donde la gente en condición de pobreza se muere por falta de acceso a servicios de salud, mientras el 1 % de la población no solo está recibiendo grandes ingresos, sino también que se han incrementado en condiciones de crisis”, explicó.
PANDEMIA AUMENTA VIOLENCIA DE GÉNERO
Redman indicó que las medidas de emergencia implementadas en Honduras para enfrentar la pandemia de coronavirus han aumentado la violencia de género, por lo que pidió al Gobierno que asegure servicios de apoyo a esta población, incluidas las ayudas monetarias.
«Con la cuarentena y confinamiento se han agudizado y multiplicado casos de violencia doméstica e intrafamiliar. Las mujeres, por las restricciones, tienen menos acceso a servicios de apoyo, a operadores de justicia y, por tanto, están aún más vulnerables a esta situación de violencia que antes de la pandemia», destacó.
El representante de Oxfam aseguró que la violencia contra las mujeres es un tema «preocupante» que se repite todos los años en Honduras, donde según cifras del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma del país más de 200 han muerto de manera violenta este año, en muchos casos por su pareja o expareja.