Asunción – Paraguay condenó este viernes el ingreso de Venezuela en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, después de que se impusiera este jueves ante Costa Rica en las elecciones celebradas en la Asamblea General de Naciones Unidas.
La Cancillería paraguaya criticó, a través de un comunicado, que Venezuela ocupe ese cargo cuando en ese país «se han venido cercenando libertades públicas, menoscabando derechos fundamentales y expulsando a miles de personas».
Paraguay recordó el informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, presentado el pasado julio, en el que se denunciaban más de 6.000 asesinatos cometidos por las fuerzas de seguridad venezolanas desde enero de 2018.
Venezuela obtuvo el apoyo de 105 de los 193 países de la ONU y Costa Rica el de 96.
Brasil, con 153 votos, se llevó la otra plaza disponible para los países de Latinoamérica y el Caribe
La Cancillería paraguaya celebró la reelección de Brasil para el periodo 2020-2022 y añadió que el país vecino contribuirá a «crear un orden internacional más afín a la promoción y a la tutela de los derechos humanos en la región y en el mundo».
En el comunicado también se felicita a Costa Rica, que a última hora pugnó con Venezuela por ese asiento.
Paraguay rompió relaciones diplomáticas con el Gobierno de Venezuela y anunció el cierre de la embajada en Caracas el pasado 10 de enero, después de que Nicolás Maduro jurara otro mandato tras unas elecciones cuestionadas internacionalmente.
Paraguay, además, fue uno de los primeros países en reconocer al líder del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, como mandatario interino de ese país.
El presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, participó en febrero pasado en el intento de entrega de ayuda humanitaria a Venezuela desde la ciudad colombiana fronteriza de Cúcuta, donde se reunió con Guaidó, quien luego visitó en Asunción al mandatario.
El Consejo de Derechos Humanos se creó en 2006 para sustituir a la Comisión de Derechos Humanos, suprimida tras 60 años de trabajos por la crisis de legitimidad en la que había caído por decisiones vistas como parciales, politizadas y desequilibradas.
El órgano está formado por 47 países que cumplen mandatos de tres años y cuyos asientos se reparten en grupos regionales.
En el caso de Latinoamérica y el Caribe, junto a Brasil y Venezuela, durante el año próximo continuarán teniendo escaño Argentina, Bahamas, Chile, México, Perú y Uruguay.