San Pedro Sula – Un reducido número de unas 50 personas salió la noche del lunes desde la Gran Central Metropolitana de Buses de San Pedro Sula, norte de Honduras, en una nueva caravana migrante que pretende llegar hasta suelo estadounidense.

El pequeño grupo, integrado en su mayoría por hombres, salió a pie de la terminal de buses sampedrana con rumbo al punto fronterizo de Corinto, Cortés, para pasar a territorio guatemalteco.

El representante de la Comisión de Acción Menonita, César Ramos, que brinda apoyo a estos grupos de migrantes, advirtió que el grupo de hondureños que salió anoche se va a encontrar con la política antimigratoria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump y los acuerdos de tercer país, que hace que los gobiernos de Guatemala, México, El Salvador y Honduras, tomen medidas para frenar las caravanas.

Acotó que esta nueva caravana partió en un momento muy crítico no sólo para Honduras sino para todo el mundo debido al fenómeno del coronavirus, lo que implica que los gobiernos de esos países van a tomar medidas restrictivas para que personas de otras naciones ingresen a sus territorios y eso va a pasar en Guatemala y México que van a impedir el paso a los migrantes hondureños.

Atribuyó que la caravana que salió anoche es reducida en su número y que van pocas mujeres y menores, es debido a las condiciones del clima y principalmente el temor que se generalizado por el coronavirus, así como los ejemplos que se han percibido con la política antimigratoria.

No obstante, aseguró que a diario entre 300 y 400 hondureños deciden migrar del país a diario por la falta de oportunidades, no encuentran empleo, falta de acceso a la salud, por la inseguridad, violencia y la indiferencia de los gobernantes para ayudarles a salir adelante.

En las últimas horas se conoció que el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, advirtió que ante una nueva caravana de migrantes provenientes de Honduras, aplicará controles sanitarios en la frontera para que nadie con síntomas de Covid-19 ingrese a ese país.

“Hay una nueva caravana. Vamos a detenerla en la frontera y todo el mundo va ser ‘basculeado’. A todo el mundo le vamos a tomar su temperatura y la persona que venga con un síntoma (de coronavirus) no la vamos a dejar entrar, inmediatamente la vamos a expulsar”, dijo el mandatario a la prensa.

Recordó que Guatemala estableció el estado de calamidad la semana pasada, que tiene el objetivo de prevenir el ingreso del coronavirus y minimizar su expansión, y ese estado es el que permite negar la entrada o hacer la expulsión de extranjeros.

La partida de la nueva caravana migrante tal y como estaba prevista partió la noche del lunes mediante convocatorias por redes sociales.

La activista pro derechos humanos, Itsmania Platero, dijo a la televisión hondureña este lunes que «no va a ser tan fácil la entrada, igual se ha blindado el cordón de la frontera sur por orden del Pentágono, con órdenes de las autoridades de los Estados Unidos.»

Esta nueva caravana sigue a la de principios de enero pasado y no parece tener algo en particular, a excepción de que se da cuando el coronavirus aparecido en el centro de China en diciembre pasado, está a las puertas centroamericanas con casos en Canadá, Estados Unidos y México.