Vista de una fila de camiones en espera de cruzar la frontera hacia Costa Rica durante un cierre indefinido, dadas las manifestaciones de ciudadanos costarricenses contra un eventual acuerdo del Gobierno de Carlos Alvarado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en Paso Canoas (Panamá). EFE/Marcelino Rosario

Panamá – Casi 40 contenedores con insumos médicos para combatir la COVID-19 en Centroamérica están a punto de colapsar tras permanecer varios días varados en la frontera entre Panamá y Costa Rica, que sigue bloqueada por un conflicto interno costarricense, alertó este lunes el gremio panameño de transporte.

Panamá, con el Canal interoceánico, la mayor zona libre de la región y su sistema logístico, es la puerta de entrada de muchas mercancías que se comercian en el istmo centroamericano y que se transportan principalmente por vía terrestre.

A causa de unas manifestaciones callejeras en Costa Rica que comenzaron el 30 de septiembre cerca de «1.100 contenedores» están varados en el área de Paso Canoas, la principal frontera entre Panamá y Costa Rica, de los cuales «37 llevan medicinas, insumos y oxigeno» para combatir la COVID-19, dijo a EFE el presidente de la Cámara Nacional de Transporte de Panamá (Canatra), Andrés Muñoz.

El líder gremial precisó que «11 contenedores van para la misma Costa Rica, y otros a Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala. Están refrigerados pero ya empiezan a colapsar los equipos de refrigeración porque no están diseñados para estar más de 8 o 10 días en eso. De colapsar todos esos medicamentos se pierden».

«Estamos muy preocupados (…) hay materia prima para la fabricación de gel alcoholado para combatir la COVID-19; hay también cisternas de oxígeno que no han podido ingresar a Panamá ni han podido salir de Panamá, viajar a Guatemala a cargar y retornar con oxígeno para los hospitales de Panamá», resaltó.

Al menos 422.400 personas se han contagiado de la COVID-19 y más de 8.000 han muerto por la enfermedad en Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala, de acuerdo con los datos de los gobiernos.

PASO CANOAS ESTÁ «SECUESTRADO» POR LOS MANIFESTANTES

Las protestas en Costa Rica se mantienen en rechazo a una subida de impuesto en el marco de un eventual acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), una iniciativa a la que ya renunció hace más de una semana el presidente costarricense, Carlos Alvarado, que llamó a un gran diálogo nacional.

El domingo abrió el área de Sixaola, donde se encuentra Guabito, un paso fronterizo secundario entre Panamá y Costa Rica, y el viernes pasado lo hizo Peñas Blancas, la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, pero «los manifestantes mantienen secuestrado Paso Canoas», denunció Muñoz.

«Los manifestantes alegan que es una medida de presión contra el Gobierno de ellos, pero es una situación que ya necesitamos que el Gobierno defina porque está afectando directamente a Panamá, ya ellos levantaron su protesta en Peñas Blancas y ya la carga entra y sale normalmente a Costa Rica hacia Centroamérica pero tienen limitado a Panamá», agregó el dirigente panameño.

SE SIGUE ACUMULANDO CARGA Y PÉRDIDAS ECONÓMICAS

La suma de los camiones acumulados a ambos lados de la frontera tico-panameña alcanza los 1.100, mientras que las pérdidas son millonarias, al menos 4 millones de dólares diarios, dijo Muñoz.

Entre miércoles y viernes pasado se despacharon «más de 130 contenedores desde la Zona Libre de Colón (ZLC)», la mayor del continente, «porque se pensaba que se iba a abrir la vía» y tras la apertura de Peñas Blancas «llegaron más de 200» camiones al lado costarricense fronterizo con Panamá, explicó

Esos transportes de carga se sumaron a los más de 800 que ya estaban varados en Paso Canoas, donde los manifestantes han bloqueado el paso con montones de tierra y piedras.

Las pérdidas económicas se calculan en «4 millones de dólares diarios, pero la cifra aumenta a medidas que pasan los días. Hay mucha materia prima que, por ejemplo, no está entrando a Panamá y las empresas han dejado de producir», dijo Muñoz.