Washington – El presidente Juan Orlando Hernández y miembros de su gabinete se reunieron este martes en la ciudad de Washington, Estados Unidos, con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), y con representantes de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD).

La CICAD es una instancia de la OEA y es el órgano consultivo y asesor de la entidad sobre el tema de drogas y en la misma hoy se ratificó el compromiso de Honduras en la prevención y lucha contra el abuso de las drogas.

Esa comisión sirve como un foro para que los Estados miembros de la OEA discutan y encuentren soluciones al problema de las drogas, y brinda asistencia técnica para aumentar su capacidad para contrarrestar ese flagelo.

La CICAD trabaja en estrecha colaboración con socios como la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Comunidad del Caribe (Caricom), el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA) y el Sistema de Seguridad Regional (SRS).

El presidente Hernández lidera desde 2010 en el Congreso Nacional y desde 2014 en la Presidencia de la República, una exitosa estrategia integral de combate al narcotráfico y el crimen organizado.

Esta política de seguridad ha permitido la desarticulación de todos los carteles del narcotráfico que operaban en Honduras con total impunidad, la ejecución de 24 procesos de extradición de cabecillas hacia Estados Unidos, la destrucción masiva de narcopistas y narcolaboratorios, entre otras.

Honduras emprendió esta guerra pese a la oposición de grupos políticos, económicos y hasta sociales, que en una nueva escalada se han convertido en voceros de narcotraficantes que quieren recuperar el control de territorios que por muchos años usaron como santuarios para el tráfico de drogas, señala un comunicado emitido por la Casa Presidencial de Honduras.

Asegura que Hernández reafirmará una vez más que la lucha contra los narcotraficantes y la delincuencia y no se detendrá ni se retrocederá ni un milímetro; y será fortalecida con la responsabilidad compartida aunque diferenciada de países aliados como Estados Unidos, México y Colombia.