Tegucigalpa– Estamos a pocos días de iniciar un nuevo año escolar, pero el rezago en educación se arrastra y se acumula según lo exponen expertos en el tema.
-Urgente trabajar áreas psicoemocional y psicoafectiva tanto de profesores como estudiantes para mejorar aprendizajes.
Con el nuevo gobierno se tenían muchas expectativas de transformación, pero a un año poco o nada se ha visto, apuntan algunos sectores que han hecho análisis como ASJ y el CNA, entre otros.
En su Plan de Gobierno la presidenta Xiomara Castro, prometió incrementar el presupuesto asignado a Educación, sin embargo, los expertos han explicado que tal aumento es una ilusión, sin que este sirva para enfrentar las grandes falencias en el sector.
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Para el 2023 la Secretaría de Educación recibirá 38 mil 109 millones 509 mil 221 lempiras, lo que representa solo un 10 % del Presupuesto.
Analistas en el tema educativo también señalan que se prometió modificar el currículo escolar, sin embargo, no se ha cumplido.
Uno de los principales problemas que se enfrenta en Honduras como en otros países de América Latina es el déficit de aprendizajes que los especialistas indican que es entre uno y dos años.
Atención a la salud mental sería fundamental para iniciar
En entrevista con Proceso Digital, la exministra de Educación, la doctora Rutilia Calderón, mencionó que hay un aspecto que esta directamente ligado a las consecuencias que ha dejado la pandemia por COVID-19 y es la parte de la atención en salud mental tanto de estudiantes como de maestros.
La preparación psicoemocional psicoafectiva tanto de profesores como estudiantes no se trabajó prácticamente nada en el 2022 y hay que recordar que fueron dos años de ausencia total de los estudiantes y profesores de los centros educativos y luego el año pasado se volvió a medias, agregó la especialista.
“Esa parte socio afectiva, socioemocional que ya sabemos que es fundamental para que haya aprendizajes no se ha trabajado, entonces el desánimo, la apatía, el desinterés, la falta de compromiso y las relaciones interpersonales entre los estudiantes y entre los profesores, son fundamentales para crear un clima favorable para los aprendizajes y no se ha trabajado”.
Sugerencia
Para el 1 de febrero está previsto que inicien las clases y entonces “creemos que el mes de febrero por lo menos unas 2 semanas en el regreso a la presencialidad debe de haber un programa dirigido a trabajar estas dimensiones”, prosiguió.
La doctora Calderón sugirió a las autoridades guiarse por buenas prácticas que ya hay a nivel nacional y a nivel de Centroamérica.
Asimismo, dijo que no se necesitaría gran presupuesto para emprender un programa de salud mental porque se puede pedir el apoyo de las universidades que tienen estudiantes de pedagogía y psicología.
Con esa ayuda se podría formular un buen plan nacional, implementado con estos profesores y estudiantes de las universidades junto con los orientadores y consejeros.
Finalmente, advirtió que si este aspecto de salud mental no se atiende y solo se sigue enfocando en conocimientos de aprendizaje como español y matemáticas y no se trabaja de esta área “posiblemente el déficit de aprendizaje no va a mejorar mucho tampoco este año”.