Miami – Dirigentes del exilio cubano reclamaron este jueves a los congresistas por Florida que defiendan a Ramón Saúl Sánchez, un activista por la libertad de Cuba que enfrenta la amenaza de ser deportado 56 años después de su llegada a EE.UU. y niega ser un “terrorista”.

A Sánchez le espera “un severo presidio cuando no la pena de muerte” si es deportado a Cuba, dijo Pedro Corzo, miembro del Presidio Político Histórico Cubano, una organización con sede en Miami que agrupa a antiguos presos políticos.

Corzo y Luis González Infante, presidente del Presidio, pidieron la solidaridad de todos los cubanos de EE.UU. con Sánchez e instaron al senador Marco Rubio y los representantes María Elvira Salazar, Mario Díaz-Balart y Carlos Giménez que intercedan por él e impidan su deportación.

Sánchez, dirigente del Movimiento Democracia, habló en el acto de la amenaza que enfrenta, que no es nueva para él, y opinó que de esa manera quieren “sentar un precedente” para “intimidar” a los que resisten la dictadura cubana desde EE.UU.

El exiliado pormenorizó los argumentos que esgrimen contra él, como el de “interferir en las relaciones internacionales de EEUU” y pertenecer a organizaciones terroristas, lo que negó tajantemente.

Subrayó que no entró de manera ilegal a EE.UU., pues tiene estatus de refugiado, y que si bien perteneció a Alpha 66, una organización anticastrista legal en EE.UU., no tuvo “nada que ver” con Omega 7, como dice el documento de 17 páginas que fundamenta la petición de deportación.

También atribuyó su situación a un deseo de “complacer a la tiranía cubana”, lo que consideró “inaceptable”.

El dirigente del exilio apuntó que se ve “una doble moral” cuando EE.UU. ayuda a los que enfrentan en Ucrania al “asesino” Vladimir Putin, presidente de Rusia, y en cambio amenaza a los que lucha contra una “dictadura” de 64 años que tiene presos a “niños” solo por protestar pacíficamente en las calles.

El 27 de julio Sánchez está citado ante un juez de migración de Miami, quien, según explicó a EFE, puede decidir si lo deporta o no.

Existe también la posibilidad de enviarlo a un tercer país, agregó el dirigente del Movimiento Democracia, quien subrayó su deseo de exponer ante el juez el porqué luchan los cubanos contra el Gobierno de su país.

Sánchez, que ha llegado al final de un largo proceso de idas y venidas ante las autoridades migratorias sobre su situación legal en este país, atribuye sus problemas migratorios a las presiones de la “dictadura cubana”.

“Voy a tener la oportunidad de presentar mi defensa, porque hasta ahora yo no he podido. La única vez que estuvimos cerca de comparecer ante un juez, el Gobierno retiró los cargos”, dijo en unas declaraciones a EFE a comienzos de este mes .

Básicamente argumentará que llegó a EE.UU. como refugiado político en 1967 en los llamados “Vuelos de la libertad” y que corre peligro de ser torturado en su país si regresa.

También reiterará su petición de residencia en este país, que dos veces le ha sido denegada.

Una petición en la plataforma change.org titulada “Por favor ayúdenos a parar la deportación de Ramón Saúl Sánchez” cuenta con más de 22.500 firmas de las 25.000 que se ha propuesto reunir para enviárselas al Gobierno del presidente Joe Biden.

La activista Vanessa Alonso, que es la promotora de la campaña, dice en la presentación que “sí el gobierno de los Estados Unidos lo envía de regreso a Cuba, finalmente pasará el resto de su vida en una prisión cubana”.

“Ramón Saúl Sánchez es una persona muy respetada. Un orgullo de la comunidad cubana que continúa luchando por la libertad y la democracia de Cuba. Llegó a nuestro país en 1967 y ha defendido los derechos humanos en nombre del pueblo cubano durante más de 5 décadas”, agrega.