Tegucigalpa – La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) expresó este jueves en Honduras su preocupación por el pacto migratorio entre México y Estados Unidos porque podría exponer a «mayor vulnerabilidad» a los migrantes solicitantes de asilo que crucen frontera de forma irregular.

«Nuestra preocupación es justamente que al reforzar los controles fronterizos se exponga a la población migrante a mayor vulnerabilidad y que haya un tema de violación de derechos humanos más agravado, que es la situación que hemos visto en otros contextos», dijo a Efe el jefe de la misión de la OIM para El Salvador, Guatemala y Honduras, Jorge Peraza.

Agregó que, cuando se incrementan los controles migratorios en la frontera sur de Estados Unidos «muchas personas están más expuestas a arriesgarse aún más para poder cruzar».

Estados Unidos y México alcanzaron la semana pasada un acuerdo con el que Washington devolverá a su vecino a todos los inmigrantes solicitantes de asilo que crucen la frontera de forma irregular, pacto con el que el presidente, Donald Trump, accedió a suspender los aranceles que tenían que entrar en vigor el lunes.

El pacto obliga a México a incrementar la presencia policial en su frontera con Guatemala e incluye un acuerdo para que EE.UU. expanda un programa destinado a devolver a México a los solicitantes de asilo que llegan a su frontera.

México, según el acuerdo, también autorizará «la entrada a todas esas personas por razones humanitarias, en cumplimiento de sus obligaciones internacionales, mientras esperan la resolución de sus peticiones de asilo» y «les ofrecerá empleo, salud y educación de acuerdo a sus principios».

Peraza dijo que es posible, según información oficial, que el acuerdo entre México y Estados Unidos sea revisado en los próximos 45 días.

Lamentó que todavía hay personas que «viven con el sueño americano» y «no se dan cuenta de que cuando migran en condiciones irregulares no sólo están exponiendo su vida (y) la de sus hijos, sino que también les resulta difícil vivir plenamente en la sociedad de acogida por todas las restricciones que implica vivir una condición irregular».

Señaló que existen «factores de expulsión y factores de atracción» que obligan a los ciudadanos a migrar de manera irregular, principalmente a Estados Unidos.

El representante de la OIM aseguró que es «difícil contener los flujos migratorios», cuando en países como Estados Unidos los inmigrantes ven la posibilidad de acceder a «oportunidades labores» y «un mejor salario», que no tienen en su lugar de origen.

Dijo además estar convencido de que Centroamérica, especialmente el Triángulo Norte -que integran El Salvador, Guatemala y Honduras-, deben seguir trabajando en la búsqueda de «mecanismos» que promuevan «una migración regular ordenada».

En la región, añadió, es necesario «abrir diálogos multilaterales» que permitan fomentar programas de trabajo temporal y atender las causas estructurales de la migración irregular.

«Hay que seguir atendiendo las causas estructurales y ofrecer alternativas para que las personas no se vean obligadas a migrar, pero a la vez seguir apoyando y buscando esquemas de una migración ordenada y segura», enfatizó Peraza.

La falta de empleo, la crisis económica en sus lugares de origen, los bajos ingresos, la inseguridad, violencia y hasta motivos familiares son las causas del fenómeno de la migración, que principalmente tiene Estados Unidos como destino.

La OIM espera que el Plan de desarrollo integral firmado el 1 de diciembre de 2018 entre el Triángulo Norte de Centroamérica y México pueda ofrecer «algunos mecanismos para que las personas puedan migrar en condiciones adecuadas», subrayó el jefe de misión de la Organización.

El acuerdo que presenta un cambio de paradigma sobre la movilidad humana al buscar la prevención y atacar las causas estructurales que la originan.