Túnez.– Unidades de la Guardia Costera tunecina rescataron frente a la isla de Kerkennah (centro) a 17 personas a bordo de una embarcación precaria que había quedado a la deriva tras sufrir una avería cuando trataba de alcanzar la costa europea, informó hoy el ministerio de Defensa.

Los rescatados, de nacionalidad tunecina y con edades comprendidas entre los 15 y los 35 años, partieron este miércoles de la costa de Médenine y fueron localizados a un centenar de kilómetros, cerca de la plataforma petrolera de Ashtart, en el golfo de Gabes.

Según la fuente, los jóvenes fueron transferidos a la Guardia Nacional del puerto de Zarzis (sur) para su procesamiento.

Guardacostas tunecinos y libios rescataron este miércoles durante una operación conjunta a un total de 366 personas y recuperaron 16 cuerpos frente a la costa de Zarzis. La embarcación, que partió de la ciudad libia de Zuara (oeste), llevaba 48 horas a la deriva después de una avería en el motor que provocó la muerte por asfixia de las personas que se encontraban en la bodega.

Entre los rescatados por las autoridades tunecinas se encontraban 65 ciudadanos de Marruecos, 62 de Bangladesh, 15 de Egipto, 8 de Siria, 5 de Sudán, 5 de Costa de Marfil, 2 de Pakistán, 2 de Mali, 1 de Kenia y 1 de Eritrea.

Pocas horas después se produjo un segundo naufragio en la misma zona con 150 personas a bordo y en el que perdieron la vida 14 personas. Los supervivientes, en su mayoría originarios de Bangladesh, salieron el pasado sábado por la noche de la ciudad libia de Sabratha (oeste) y fueron localizados a 36 kilómetros de Zarzis, donde fueron transferidos a las instalaciones regionales de la Media Luna Roja.

Amnistía Internacional denunció la pasada semana las «atroces» violaciones cometidas por las autoridades libias durante las detenciones de personas migrantes tras ser interceptadas en el Mediterráneo y devueltas de manera forzosa al país con apoyo de la cooperación europea, que calificó de «vergonzosa».

Los llamados «centros de reagrupación y retorno» son escenario de torturas sistemáticas, violencia sexual, trabajos forzados y otras formas de explotación «con total impunidad», reveló la ONG en su último informe en el que instó a los estados europeos a suspender la cooperación con el país magrebí en materia de migración y control de fronteras.

Según las estadísticas de la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), al menos 270 migrantes han fallecido y otros 522 se encuentran desaparecidos en la ruta central, considerada una de las más mortíferas del mundo, desde comienzos de año.

Durante el mismo periodo, más de 16.000 personas- incluidos 569 menores- fueron interceptadas y arrestadas por la Guardia Costera libia, un cuerpo formado en su mayoría por la Unión Europea y que está bajo la sospecha de distintas organizaciones humanitarias internacionales por sus supuestos vínculos con las mafias que se dedican al lucrativo negocio del contrabando de personas en esta ruta.