Tegucigalpa– Más de 20 años tiene don Héctor Iván Gómez Méndez de dedicarse a restaurar obras artísticas e imágenes, que normalmente están relacionadas con el arte religioso, la cultura e historia de Honduras.

Él trabaja en el taller “José Miguel Gómez”, cuyo nombre honra al pintor hondureño del mismo nombre, destacado en el S XVIII ya que en su obra converge lo mejor de su tiempo, desde la escuela Quiteña a la Sevillana.

El taller fue inaugurado en 1989, inicialmente funcionaba en el Museo del Hombre Hondureño localizado, entonces, en el centro de la capital hondureña, justamente en el casco histórico de Tegucigalpa, pero debido a un incendio en noviembre de 2017, los responsables del taller se vieron obligados a buscar nuevas instalaciones, por lo que ahora funciona en el Centro de Arte y Cultura (CAC) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, a inmediaciones del parque La Libertad en Comayagüela.

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Héctor Iván Gómez, restaura una imágen de la Vírgen María

Ya son más de 500 las obras restauradas por Héctor Iván Gómez. Junto a él, un pequeño equipo humano en el taller siempre busca la excelencia, dice y detalla que aun y cuando las obras muestren daños profundos se busca respetar su origen para mantener la esencia del artista.

Una diminuta imagen de la Virgen del Carmen acapara toda su concentración, tiene la tarea de restaurarla.

A un par de metros de distancia su acompañante, el joven César Romero restaura una pintura de la Inmaculada Concepción de María, es un lienzo grande, que pertenece a la Universidad Católica de Honduras.

Restaurar la imagen de la Inmaculada no ha sido fácil relata el artista, la misma tiene al menos cinco años en el taller, pero los materiales para lograr su mejor recuperación no han sido fáciles de encontrar, tampoco las referencias de la pintura para logra la mayor fidelidad a su estado originario.

La paz de los artistas que hacen sus exquisitas recomposiciones para rescatar obras eclesiales se ve interrumpida por el ruido de los automotores que cruzar por la séptima calle y la segunda avenida de Comayagüela: Un par de ventiladores sin mayor alboroto, refrescan el salón y apaciguan con sus aspas el calor propio de la poca veraniega.

Restauradores de arte religioso
El taller de restauración de imágenes situado en el CAC de la UNAH.

“Somos un equipo de tres, a nosotros nos toca muchas veces restaurar patrimonios, sin embargo, este año no se ha tenido tanta demanda, me imagino que se debe a que se están cuidando las obras, pero siempre tenemos algo que hacer porque no es de la noche a la mañana que se restaura una imagen o pintura”, añadió.

Tres obras en minuciosa restauración, dos pinturas de más de un metro de alto, una del Sagrado Corazón de Jesús y la Inmaculada Concepción de María, una imagen de la Virgen del Carmen y otra de San José hecha a base de madera de cedro, todas estaban en un grado de deterioro muy grande, apuntó el restaurador.

El restaurador también tiene su fe y hable de las maravillas divinas. Es entonces que hace referencia a lo que denomina “el milagro de la imagen de San Miguel Arcángel, cuando se quemó el Museo de Hombre, era la que recibía a todos los visitantes, estaba en una zona exclusiva del taller debido a que se decidió dar algunos retoques por concepto de mantenimiento de rutina, el lugar donde la ubicamos, curiosamente no se quemó”, describió.

Según Héctor, “el taller es una necesidad para la sociedad, ya que la fe y la cultura son parte de la vida cotidiana”.

La mayoría de los materiales que se necesitan para restaurar obras tienen que ser adquiridos en el exterior porque no se encuentran en el país ni en la región, ya que la restauración es un tema virgen en Honduras, refirió.

Hector restaurados de arte
Héctor Iván Gómez,tiene más de 20 años restaurando obras.

Afirma que muchas de las restauraciones se han hecho sin fines de lucro, lo que se hace es un presupuesto de los costos y eso es lo que se le cobra a la persona, porque no se tiene el presupuesto para adquirir materiales que se tienen que comprar en México, Estados Unidos y algunas veces en Europa.

Una de las obras más antiguas que han restaurado en el taller es el cuadro de la Santa Cena, una pintura atribuida al artista José Miguel Gómez – “basta con visitar la Basílica Menor de Nuestra Señora de Suyapa y al entrar se observa un cuadro de más de 11 metros, ese es uno, pero también hay otros”, contó.

Recordó que este año ha bajado la demanda de restauración de imágenes, pero, – indicó, – hay tres obras que estarán listas en las próximas semanas, esto nos llena de mucha satisfacción, porque se respeta la integridad de la obra, concluyó.

Arte religioso

Honduras tiene importantes obras de arte religioso pese a que saqueadores han robado invaluables tesoros de la época colonial, especialmente en iglesias ubicadas en poblados del centro, occidente y oriente del país.

Iglesia de Ilama Santa Barbara
Iglesia de Ilama Santa Bárbara construida en el época colonial.

En Ilama Santa Bárbara, por ejemplo, el templo que fue construido en la época colonial guarda en su interior una magnífica obra de Bartolomé Esteban Murillo, pintor sevillano, que destacó como una importante figura del barroco. Esta obra ha sido robada del tempo innumerable cantidad de veces y recuperada por los fieles a la vez.

También hay obras arquitectónicas de gran valor representadas en templos que se extienden por ejemplo en la llamada Ruta Lenca en la que se encuentran ubicadas las iglesias de la Mancomunidad de Colosuca, es decir Gracias, San Manuel de Colohete, San Marcos de Caiquín, Belén y San Sebastián.

Comayagua es un centro de arte colonial que le convierte en un referente regional.

La Iglesia la Merced, frente a la plaza del mismo nombre es exquisita y su interior también conserva tesoros de arte.

catedral Inmaculada concepción comayagua
El interior de la Catedral Inmaculada Concepción de María de Comayagua.

Entre 1563 a 1711 se construyó la Catedral de la Inmaculada Concepción de María, uno de los más importantes edificados durante la época colonial. En su interior posee retablos de madera con baños de oro.

Un ejemplo de sus tesoros es el Cristo de Salamé, en el retablo principal de su catedral, obra atribuida a la escuela de arte de Sevilla del maestro Juan Martínez Montañez, de los escultores más importante de Europa. Esta pintura, única en el mundo por su nombre, es también de las siete más antiguas que existen en Honduras.

Ese templo catedral tiene en su torre el reloj considerado el más antiguo de las Américas.

Comayagua también tiene la Iglesia de La Caridad, la última en edificarse entre 1629 – 1645.

En Tegucigalpa, la Iglesia de San Francisco en la más antigua, hacia 1592. Inicialmente convento y luego iglesia y convento San Diego de Alcalá. Allí se fundó la Universidad Nacional.

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Iglesia Los Dolores, un tesoro arquitectónico de Tegucigalpa.

Obras como la imagen del Cristo de la Misericordia, la Virgen de Guadalupe o la figura del Señor de Esquipulas, son parte de los atractivos del templo San Francisco, un lugar icónico de Tegucigalpa en el que están registradas grandes historias de la Iglesia católica hondureña. Su estilo es renacentista.

Iglesia como El Calvario, Los Dolores, la Catedral son tesoros de arquitectura religiosa colonial y en sus muros cuelgan imágenes magnificas de arte religioso. Igualmente, sus retablos guardan tesoros de arte de distintas épocas.

Los grandiosos retablos de la catedral de Tegucigalpa ofrecen a los feligreses y visitantes las muestras de las pinturas de José Miguel Gómez, el referente por excelencia del arte religioso en Honduras.