Tegucigalpa – “El bus de ellos venía atrás, para nosotros era como un presagio de que iban a andar detrás de nosotros”, dijo a Proceso Digital el exmundialista Ramón Enrique “El Primitivo” Maradiaga al conmemorarse hoy los 38 años del debut de Honduras en una Copa del Mundo.
– Para muchos no ha existido una escuadra futbolística hondureña como la de 1982. Era una familia, en la que no había conflictos ni luchas de poder.
Fue un miércoles 16 de junio de 1982 en el Estadio Luis Casanova de Valencia contra el anfitrión de ese mundial.
Apenas transcurría el minuto 7 cuando una pared entre Héctor “Pecho de Águila” Zelaya y Prudencio “Tekate” Norales, terminó con la anotación catracha, la primera de Honduras en un Mundial y a la postre la que más se celebró hasta ahora.
Ramón Enrique Maradiaga, dorsal 6, era el capitán de aquella selección, y le relató a este medio de comunicación que aquel día se convirtió en una fecha especial como si fuera el nacimiento de uno de sus hijos, al tiempo que agregó se siente satisfecho de haber cumplido con la ilusión de no defraudar a los hondureños.
“Teníamos un peso encima a raíz de lo que había sucedió un día antes con El Salvador -goleada 10-1 de Hungría-, y todos estaban pendientes de lo que podía suceder con nosotros”, recordó Maradiaga.
En ese sentido, “El Prehistórico”-como también le conocen- relató que esa selección estaba al cien por ciento, física y mentalmente, y resaltó el trabajo de un cuerpo técnico conformado por preparadores físicos, doctor y liderado por José de la Paz Herrera.
“En la parte táctica teníamos pleno conocimiento de lo que íbamos a hacer y lo que España podría llegar a hacer, pero en términos generales estábamos tranquilos y eso lo reflejamos”, expresó el capitán de aquella selección Catracha.
Maradiaga también contó que el estado anímico de cada uno de los jugadores de aquella selección hondureña influyó para que pudieran sentirse llenos de confianza de que podían sacar un resultado positivo, pese a debutar contra los anfitriones.
“Nos encontramos con el bus de España y nosotros le empezamos a gritar al motorista que acelerara para adelantarse, cumplió y los que veníamos atrás como Pecho, Arzú y Costly veníamos haciéndoles señas al bus de España de que nos siguieran porque para nosotros era como un presagio de que ellos iban a andar detrás de nosotros”, comentó Maradiaga.
En tanto, otro de los futbolistas que fue parte de esa hazaña, Prudencio “Tekate” Norales, narró a Proceso Digital que para los jugadores fue impactante jugar contra el anfitrión y que a pesar de que algunos ya habían tenido la experiencia de un mundial juvenil, nada se comparaba jugar con una Copa del Mundo con la selección mayor.
Norales aseguró que el talento y la confianza de esa generación de jugadores hondureños se reflejaron no solo en aquel partido, donde dieron la sorpresa ante España, también lo hicieron en los dos restantes encuentros contra Irlanda del Norte (1-1) y Yugoslavia (0-1).
“Tekate” aseguró que al saber que enfrentarían al anfitrión se sintieron preocupados al inicio, pero que el trabajo realizado por el cuerpo técnico era muy bueno y que estaban preparados para el desafío.
“Era un equipo europeo y en un mundial y nosotros en un primer mundial a nivel mayor, pero el equipo estaba preparado para jugar contra quien se viniera y por eso las cosas salieron bien y como las habíamos trabajado”, expresó el exfutbolista de Olimpia.
El partido contra España quedaría 1-1 tras la anotación al minuto 65 de Roberto López Ufarte vía lanzamiento penal tras una falta muy discutida.