El secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas. EFE/EPA/Oliver Contreras / POOL/Archivo

Los Ángeles – El secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, viajará este jueves a la frontera sur de Estados Unidos para reunirse con autoridades locales y organizaciones no gubernamentales en medio de una avalancha de familias migrantes y niños no acompañados que parece no detenerse.

Este es el tercer viaje del secretario desde que entró en funciones a comienzos de febrero, dijo la oficina de Mayorkas en un comunicado en el que se anunció el recorrido.

Mayorkas viajará a El Paso y a McAllen, Texas, para reunirse con organizaciones no gubernamentales que trabajan a lo largo de la frontera.

Además, el secretario se reunirá en El Paso con jefes de policía de las localidades fronterizas que están enfrentando el abrumador paso de inmigrantes en las últimas semanas.

En McAllen Mayorkas se encontrará con trabajadores de primera línea del DHS que trabajan en el área, incluyendo agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

El viaje se da a menos de tres semanas de que Mayorkas estuviera en la frontera con México el pasado 19 de marzo, cuando encabezó una delegación bipartidista que visitó El Paso.

La visita se hará sin la presencia de medios debido a consideraciones de privacidad y las precauciones por la pandemia de covid-19, según el DHS.

Este miércoles más de 200 jefes de cuerpos locales de policía en 39 estados indicaron en una carta dirigida al presidente Joe Biden su «preocupación profunda» por las políticas del Gobierno que, según ellos, alientan la «inmigración ilegal en masa».

En la misiva los jefes policiales urgieron al Gobierno demócrata “a que cambie de rumbo y nos ayude a proteger nuestras comunidades estableciendo el control de la frontera sur”.

«La crisis en la frontera está penetrando nuestros vecindarios en todo el interior del país”, añadieron.

El número de inmigrantes en custodia que llegaron por la frontera suroeste del país sobrepasó los 170.000 el pasado marzo, la cifra más alta desde 2006 y que podría aumentar porque todavía se están ultimando esos detalles, informó la Radio Nacional Pública (NPR).

En febrero las autoridades detuvieron a 100.441 migrantes que habían cruzado de forma indocumentada o consideraron inadmisibles para entrar al país, lo que casi triplica la cifra registrada en febrero de 2020 (36.687).