Jerusalén.- La Corte Suprema de Israel pospuso hoy nuevamente la decisión sobre la posible expulsión de familias palestinas del barrio de Sheij Yarrah, en Jerusalén Este ocupado, a favor de una organización colona judía.

En un largo proceso judicial que generó una gran movilización local e internacional, los jueces ofrecieron hoy a las partes un acuerdo por el que las familias podrían permanecer como «inquilinos protegidos» durante tres generaciones, informó a Efe el equipo legal de la familia.

La Corte tendrá que fijar fecha para una próxima vista en la que se escucharán las apelaciones de las familias palestinas a la decisión del Tribunal de Distrito de Jerusalén, que dictaminó su expulsión a favor de la organización colona Nahalat Shimón, y se debatirá el posible acuerdo propuesto hoy por el Supremo.

«Por ahora no nos han rechazado y la corte va a continuar escuchando nuestros argumentos. Esto es un gran logro para nosotros. Esto es muy difícil, estamos exhaustos, pero seguiremos luchando», indicó a Efe el abogado de las familias palestinas, Sami Ershied.

Según el acuerdo propuesto por el Supremo, se reconocería el derecho de propiedad sobre las viviendas a la organización colona Nahalat Shimón, a cambio de que los palestinos residan en las casas por una renta de 1.500 shéckels al año, unos 400 euros.

«No pudimos alcanzar ningún acuerdo hasta ahora. La corte indicó que seguirá presionando a las partes para alcanzarlo», indicó Ershied.

Las familias palestinas tienen un plazo de siete días para decidir si aceptan el acuerdo, y en ese caso, elaborar un listado de quienes podrían calificar como inquilinos protegidos.

El actual proceso afecta a cuatro familias palestinas de este céntrico barrio, poblado principalmente por refugiados palestinos y descendientes tras la creación del Estado de Israel en 1948, por un acuerdo entre la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos en Oriente Medio (UNRWA) y Jordania.

Las organizaciones colonas reclaman la propiedad de inmuebles en Jerusalén en virtud de una ley israelí de 1970 que permite recuperar propiedades de judíos anteriores a 1948, que sin embargo no se aplica a palestinos que mantienen bienes en la zona oeste.

Decenas de familias palestinas de este barrio, que vivió evacuaciones en 2009, y de Silwan, también colindante con la Ciudad Vieja de Jerusalén, han recibido órdenes de expulsión, en lo que las organizaciones internacionales consideran una política sistemática israelí para desplazar a palestinos.

Actualmente hay demandas de desalojo contra medio millar de familias de Sheij Yarrah, que están en diferentes estados judiciales, según la ONG israelí Ir Amim.

Representantes europeos en los territorios ocupados, incluido el del Consulado General de España en Jerusalén, asistieron hoy a la sesión, la que supone uno de los últimos pasos para dirimir este largo proceso judicial.

Los hermanos de una de las familias afectadas, Mohamed y Muna al Kurd, conocidos por visibilizar el actual caso y que se han convertido en protagonistas de la movilización palestina, estuvieron también en el Supremo, atestado de medios internacionales.

«Los tres jueces de la Corte Suprema están ejerciendo una fuerte presión para que alcancemos un acuerdo con la organización colona, evitando dictaminar sobre nuestros derechos en la tierra.  Esta cobardí,a para evitar potenciales ramificaciones internacionales en detrimento», ironizó Mohamed en su red social de Twitter desde la corte.

Jerusalén Este, donde residen más de 300.000 palestinos y 200.000 colonos israelíes, está ocupado y anexionado por Israel, que impone sus leyes civiles en contra de la norma internacional.