Washington– El presidente estadounidense, Donald Trump, defendió hoy su decisión de retirar las tropas de su país de Siria, donde hay desplegados 2.000 soldados como parte de una coalición internacional contra el Estado Islámico (EI), y su estrategia para acabar con ese grupo terrorista.
«Si alguien, excepto Donald Trump, hiciera lo que yo hice en Siria, que era un desastre (bajo el control del) EI cuando llegué a ser presidente, sería un héroe nacional», indicó Trump en su cuenta de Twitter.
Asimismo, el mandatario aseguró que la presencia de EI en ese país es mínima y que EE.UU. aún está combatiendo «los restos» de ese grupo terrorista.
«El EI casi no está, estamos enviando lentamente a nuestras tropas a casa para estar con sus familias, mientras que al mismo tiempo luchamos contra sus restos», explicó.
En sus tuits, Trump cargó contra «los medios de comunicación falsos y algunos generales fracasados» que han criticado su estrategia contra EI.
«Ahora, cuando empiezo a sacar (las tropas) los medios de comunicación falsos o algunos Generales fallidos que no pudieron hacer el trabajo antes de mi llegada, les gusta quejarse de mí y de mis tácticas, que funcionan», argumentó Trump.
El presidente estadounidense recordó también que la salida de Siria fue una de sus promesas de campaña y que ahora la ha cumplido.
Tras la decisión de Trump, el Pentágono inició la semana pasada oficialmente el proceso de retirada de las tropas estadounidenses en Siria, abandonado así la coalición internacional, que colaboraba con las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza encabezada por milicias kurdas.
Un día después de que Trump proclamara la «derrota» del EI en Siria y anunciara el repliegue de los soldados, el secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, anunció su salida del Ejecutivo.
A la salida de Mattis, le siguió la dimisión del enviado especial Estados Unidos para la coalición contra el EI, Brett McGurk, en protesta por la salida de Siria.
Según la coalición internacional liderada por Estados Unidos, al Estado Islámico solo le queda en Siria e Irak un 1 % del territorio que llegó a dominar en 2014, cuando proclamó su califato.