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Estambul – El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó hoy que su país ha detenido y deportado a un total de 9.000 combatientes extranjeros del Estado Islámico (EI) desde el comienzo del conflicto sirio.

«Somos el único país de la OTAN que está directamente en contacto, frente a frente», con el EI «en Siria», dijo Erdogan en su intervención de hoy en la cumbre del G20 que este año se celebra de manera virtual, con Arabia Saudí como país anfitrión.

«Hacemos todo lo que está en nuestras manos para eliminar la amenaza terrorista, prevenir disputas y reforzar la estabilidad. Pese a que nos han dejado solos en esto, hemos detenido hasta hoy a cerca de 9.000 terroristas extranjeros y los hemos deportado a sus países», dijo el mandatario.

Desde el estallido de la guerra civil en Siria en 2011, miles de personas, una importante parte de ellas procedentes de países europeos como Bélgica, Francia, Alemania, Reino Unido o España, y otras del Cáucaso y Asia central, han utilizado Turquía como país de tránsito para desplazarse a Siria.

Habitualmente, si las personas implicadas no tenían mayor vínculo con el Estado Islámico salvo la intención de afiliarse al grupo armado en Siria, las autoridades turcas deportaban a los detenidos de vuelta a sus países de origen sin abrirles juicio.