Trípoli.- Un bote con cerca de 150 personas ha enviado una alerta de socorro desde un punto próximo a las costas de Libia, informó este viernes la ONG «Alarm Phone», que observa el tránsito migratorio en la ruta del Mediterráneo Central, una de las mas mortíferas del mundo.

Según la ONG, la embarcación se encuentra «en alto riesgo de naufragar», y la comunicación con la misma es muy deficiente debido a las condiciones de viento y frio en la zona.

«Solo hemos podido recibir información parcial sobre el lugar de su ubicación. Se escuchaba el grito de las personas de la embarcación y algunas decían que estaba sobrecargada. Las autoridades libias han sido alertadas», agregó.

Responsables de la Guardia Costera libia confirmaron a Efe que han recibido el aviso y aseguraron que varias patrulleras se han puesto en marcha, sin ofrecer otros detalles.

El pasado martes, la citada guardia costera interceptó a 94 personas migrantes, entre ellos diez mujeres y dos menores, que pretendían cruzar el Mediterráneo de forma irregular a bordo de un precaria embarcación y los devolvió a puerto, pese a que la ONU considera a Libia «un país no seguro».

Según cifras de esta agencia vinculada a la ONU, en la última semana 1.315 migrantes fueron rescatados o interceptados y devueltos a Libia.

Desde que comenzó el año, más de 3.500 personas- entre ellas 187 menores- han sido interceptadas en alta mar por la Guardia Costera libia, un cuerpo formado en su mayoría por la Unión Europea (UE) y que está bajo la sospecha de distintas organizaciones humanitarias internacionales por sus supuestos vínculos con las mafias que se dedican al lucrativo negocio del contrabando de personas. Durante el mismo periodo, otras 92 personas han perdido la vida y 20 continúan desaparecidas.

Libia, un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la OTAN contribuyera militarmente a la victoria de los distintos grupos rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi, es el epicentro de la llamada ruta migratoria del Mediterráneo Central.

Desde entonces, más de un millón de personas se han aventurado desde sus playas en busca de un futuro en el norte del Mediterráneo.

A principios de febrero, la Organización Internacional de Migraciones (OIM) instó a la Unión Europea y a sus Estados miembros a adoptar medidas urgentes que frenen los rechazos, las expulsiones colectivas, y el uso de la violencia contra migrantes y refugiados, incluidos los niños, tanto en el exterior de la UE como en sus fronteras marítimas.