Barcelona (España) – El buque de la ONG española Proactiva Open Arms zarpó hoy martes del puerto de Barcelona, donde estuvo bloqueado más de cien días, para llevar ayuda humanitaria a las islas griegas de Samos y Lesbos, pero no podrá rescatar inmigrantes en el Mediterráneo central.
Las autoridades españolas le dieron permiso el 17 de abril para salir hacia Grecia, pero con la condición de no desviar el rumbo y evitar entrar en esa región marítima de búsqueda y rescate (zona SAR).
El director de la organización humanitaria, Óscar Camps, opinó en su momento que se trataba de una «amenaza» porque la ONG fue apercibida de multa.
Aun así, el jefe de operaciones de Open Arms, Gerard Casals, advirtió este martes en declaraciones a EFE: «Ayudaremos como lo hacemos siempre, porque nos obliga la ley del mar» en caso de encontrarse con una situación de emergencia.
«Otra cosa -matizó- es que nos impidan desviarnos de la trayectoria para hacer lo que era nuestro trabajo habitual, que era monitorizar un sector en concreto del Mediterráneo central: eso ahora no lo podemos hacer y tampoco es nuestra intención».
El barco transporta 20 toneladas de ayuda entre ropa, comida, productos de higiene y material escolar; y tuvo que aplazar la partida hasta hoy debido al fuerte temporal de levante.
La travesía del «Open Arms» durará entre ocho y diez días hasta el primer puerto, en Samos, después virará hasta Lesbos y acabará la misión en Tesalónica, con la idea también de «hacer una pequeña ruta por el Egeo para observar cómo está la situación allá», informó Casals.
La Capitanía Marítima del puerto de Barcelona, dependiente del Ministerio de Fomento español, había prohibido zarpar al barco después de que desembarcara el 28 de diciembre pasado en Algeciras (sur español) a más de 300 personas salvadas en el mar, tras ser rechazadas por otros países europeos.
Anteriormente, el 9 de agosto, el mismo buque había dejado en Algeciras a otros 87 inmigrantes también rescatados en el Mediterráneo central.
El barco llevaba bloqueado desde principios de enero en Barcelona, pues la Capitanía consideraba que incumplía la normativa europea al rescatar refugiados y porque el buque no tenía el certificado para llevar a tantas personas a bordo.
Según las autoridades españolas, el «Open Arms» no había podido desembarcar a los inmigrantes que rescataba del Mediterráneo en los puertos más cercanos, como marcan los convenios internacionales, debido a la negativa de países como Italia y Malta a acogerlos.
Casals opinó que la decisión de la Capitanía Marítima de «liberar» ahora el barco es una «decisión política» y se mostró «descontento» porque su trabajo es «vigilar y velar por la vida de las personas». EFE