Atenas.- Un incendio de grandes dimensiones arrasó anoche el centro social de refugiados One Happy Family en la isla griega de Lesbos, fundado en 2017 por una ONG suiza, y, aunque por ahora se desconocen las causas, hay indicios que apuntan a que fue provocado.

Según informan hoy los medios locales, el incendio se declaró hacia las 20.30 hora local (18.30 GMT) y, debido a los fuertes vientos que soplaban en la isla, se propagó con rapidez a todo el terreno que rodea las instalaciones.

One Happy Family era un importante punto de encuentro para los refugiados de los campos de Moria y Kara Tepé: había una guardería, clases para los niños, atención médica, una biblioteca y una cafetería.

El centro funcionaba con la ayuda de voluntarios, pero también con la de los propios migrantes y refugiados.

Los bomberos necesitaron horas para extinguir las llamas del edificio, situado a pocos kilómetros de la capital de Lesbos, Mitilene, junto al centro de Kara Tepé, que alberga sobre todo a grupos vulnerables, y cerca también del de Moria, que, con más de 20.000 personas, es el campo de refugiados mas grande de Europa.

La noticia de la tragedia corrió como la pólvora en redes sociales, donde voluntarios activos en la isla manifestaron inmediatamente la sospecha de que el incendio fue provocado por grupos de la ultraderecha.

El fin de semana pasado, una antigua instalación de Acnur en Skala Sikamineas, la playa a la que llega la mayoría de los botes desde las costas turcas, también fue incendiada.

Estos incidentes coinciden con el creciente acoso que están viviendo refugiados, miembros de ONG y periodistas extranjeros por parte de grupos de la extrema derecha.

Según el diario digital local Stonisi.gr, este sábado, una veintena de ultras atacaron un coche en el que iban dos voluntarios de una ONG.

A pesar de que algunos ciudadanos que intentaron frenar el acoso, los ultraderechistas no pararon hasta romper la luna trasera del coche y abollar la carrocería.

Entre los grupos fascistas locales se han mezclado miembros del movimiento identitario europeo, concretamente algunos seguidores de Alemania, Austria, Francia y el Reino Unido.

Esta semana, dos alemanes y dos austríacos que se habían hecho pasar por «periodistas patrióticos» fueron agredidos por la población local después de marchar por la capital recordando los horrores que causaron los nazis en Grecia en la II Guerra Mundial.

El grupo presentó denuncia en la Policía y, según los medios de Lesbos, supuestamente fue expulsado de la isla.

Tonisi.gr, sin embargo, señala que ayer seguía habiendo miembros de la ultraderecha europea en la isla y que tras declararse el incendio en cuestión, varios testigos aseguraron escuchar a estos neonazis «informando» de que las instalaciones habían sido «quemadas porque pertenecían a una ONG que traía ilegalmente a refugiados de Turquía».

El acoso contra refugiados, ONG y periodistas extranjeros se disparó tras la nueva crisis desatada por el anuncio de Turquía de que abría las fronteras hacia Europa, pero ya había comenzado antes.

Hace unos años se consideró a la población de Lesbos para el Nobel de la Paz por su ejemplar respuesta a la crisis humanitaria que desembarcó en sus playas, pero en el último mes la tensión y la frustración han ido en aumento por el plan del Gobierno de construir un centro cerrado para migrantes y el miedo al aumento de llegadas desde que Ankara dijo no que podía retener a los refugiados.