Tegucigalpa – Un total de 238 hondureños indocumentados que fallecieron en el exterior por diversas causas han sido repatriados a su país entre enero y agosto, informó este sábado el Observatorio Consular y Migratorio de Honduras.
La mayoría de los hondureños fallecidos fueron repatriados de México y Estados Unidos, según un informe del Observatorio Consular.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras destinó en los primeros ocho meses más de 11.6 millones de lempiras (470,405 dólares) en la repatriación de 159 compatriotas que murieron en el exterior y acompañó el proceso de 73 más.
Las autoridades del país repatriaron en 2018 a 282 hondureños que fallecieron, especialmente en Estados Unidos y México, un 19.5 % más a los 236 repatriados en 2017.
En Estados Unidos, según las autoridades, viven más de un millón de hondureños, entre residentes legales e indocumentados, que han escapado de situaciones que afectan al país, como la violencia.
Los hondureños que viven en el exterior envían remesas familiares, que entre enero y agosto pasado superaron los 3,564 millones de dólares, de acuerdo con cifras del Banco Central de Honduras.
El 89.6 % de las remesas enviadas a Honduras este año por sus ciudadanos en el exterior proviene de Estados Unidos, donde viven más de un millón de hondureños.
El 2.5 % de las remesas llegó desde Canadá; un 2.5 % de España; un 1.7 % de México, y el restantes 3,7 % desde Costa Rica, Italia, Macedonia y Panamá, según las autoridades.
La recepción de remesas familiares en Honduras se remonta a la emigración masiva de hondureños tras el devastador paso del huracán Mitch por Centroamérica a finales de 1998.
Las remesas constituyen uno de los principales sustentos de muchas familias de este país y en una
fuente importante de divisas de Honduras, por encima de las exportaciones como el café, los productos de la maquila, el camarón y otros.
Representan alrededor del 20 % del producto interno bruto (PIB) y las autoridades económicas de Honduras se han fijado como meta que en 2019 las remesas superen los 4,000 millones de dólares.
Más de 100 hondureños, según organismos de derechos humanos, salen a diario hacia Estados Unidos pagando a traficantes de personas grandes cantidades de dinero.