Chicago – El veterano hispano de la infantería de marina de EE.UU. Jilmar Ramos-Gómez será compensado con 190.000 dólares por la ciudad de Grand Rapids (Michigan) tras ser detenido durante tres días y ser amenazado con la deportación a pesar de ser ciudadano estadounidense.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) aplaudió este jueves el reconocimiento de la ciudad de Grand Rapids de su «responsabilidad», lo que ha generado cambios, como el de no entregar indocumentados extranjeros a las autoridades migratorias desde agosto pasado.
La compensación fue aprobada por el concejo municipal, como parte de un arreglo en una demanda por discriminación racial presentada a nombre de Ramos-Gómez, de 27 años, por la Unión Americana de Derechos Civiles (ACLU), y el Centro de Derechos de los Inmigrantes de Michigan.
El veterano, nacido y criado en Grand Rapids, ha sido condecorado por su acción en combate en Afganistán como tripulante de tanques, y sufre de trastorno postraumático.
Esa enfermedad habría provocado su reacción en noviembre pasado, cuando inició un pequeño incendio en un hospital local, accionó la alarma de fuego para evacuar el edificio y fue detenido.
Según documentos de la demanda, Ramos-Gómez compareció ante un juez, que dispuso su libertad bajo palabra, pero la policía lo entregó a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) por sospechar de que se trataría de un indocumentado.
El veterano, de 27 años, estuvo en custodia de ICE durante tres días, hasta que sus familiares presentaron su pasaporte como prueba de nacionalidad, y pruebas de servicios con los Marines.
La demanda señala que la Policía y ICE supieron en todo momento la nacionalidad de Ramos-Gómez, y que se trataba de un exsoldado con problemas médicos, pero fue discriminado «por su nombre, color de la piel y antecedentes étnicos».
Su madre, la inmigrante guatemalteca María Gómez-Velázquez, declaró al Detroit Free Press que su hijo «nunca fue escuchado» por los agentes que lo detuvieron, a quienes «nunca les importó lo que hizo por el país» en los Marines.
El concejo municipal dispuso además una suspensión no remunerada de 20 horas al capitán policial Curtis VanderKooi, por haber violado procedimientos internos al alertar a ICE sobre el arresto de Ramos-Gómez en el hospital.
«Una de las cosas más importantes que podemos hacer como comunidad es aceptar la responsabilidad, y avanzar», dijo la abogada Miriam Aukerman, de ACLU en Michigan.
Precisó que el incidente provocó cambios en la ciudad que servirán de ejemplo para otros departamentos policiales.