Tegucigalpa (Proceso Digital ) – Villa Roy, el icónico museo de Tegucigalpa, donde por décadas se albergaron retazos significativos de la historia de la República,  desde la independencia  del imperio español y la anexión a México , la reforma liberal, las guerras civiles, partidos políticos, entre otros momentos fundamentales hasta finales del siglo pasado,  cerró sus puertas al público desde hace 13 años (en 2010) y a esta fecha, su abandono y   deterioro, impiden que las nuevas generaciones tengan acceso a una mansión que de por sí es historia viva de la nación.

– Villa Roy,  un lugar de historia, cultura y arte que lleva màs de una década cerrado.

-Para iniciar con las reparaciones del terreno se necesitan de 15 a 20 millones de lempiras.

Aquel palacete que lleva el nombre de su dueño original, el estadounidense Roy Gordon ligado a la trasnacional minera Rosario Mining Company y que fue construido entre los años 1936 a 1940 por el arquitecto Augusto Bressani y el maestro constructor Samuel Salgado, fue después la residencia del expresidente Julio Lozano Díaz y su esposa Laura Vigil de Lozano, quien decidió donarla al Estado para convertirla en un museo sobre historia republicana.

La mansión fue construida en una  colina de vieja Tegucigalpa,  donde se hizo un relleno para levantarla, hoy en día por los movimientos que genera la falla geológica, la construcción se ha visto cada vez más afectada. En tanto los trabajos para recuperarla siempre se hicieron a medias o no lograron profundizar en el tema estructural que subsanara la precaria situación de la joya histórica.

Este año la esbelta mansión llega a sus 83 años, en estado de coma y sin oxígeno para volver abrir sus puertas.

De 15 a 20 millones

Rolando Canizales, gerente IHAH.

El gerente del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), Rolando Canizales dijo a Proceso Digital que se necesitan de 15 a 20 millones para iniciar con las labores de reparación del terreno donde está instalada la mansión.

En ese sentido, explicó que la institución ya ha hecho una serie de solicitudes ante las autoridades de Finanzas para que se inicie la obra.

“Solicité para las próximas semanas una reunión con la ministra Rixi Moncada para ver cómo se apoya e iniciar con las reparaciones que se necesitan y posiblemente en dos años se pueda habilitar”, manifestó.

Inestabilidad en el terreno

El funcionario detalló que la inestabilidad es en el terreno donde está instalado el inmueble y no en la infraestructura, lo que a su juicio requiere de una solución a largo plazo.

Detalló que la afectación se concentra en un ala de la mansión, donde el relleno ha cedido porque no hay piedra sólida, como en la otra parte del inmueble.

“Es por ello que la lluvia, un temblor o un movimiento desestabiliza el terreno, es por eso que se ha tenido el cuidado de mejor cerrar el área hasta que se pueda reconstruir”, sostuvo.

 “Podemos salvar el edificio, hay disposición para hacerlo, esperemos que podamos conseguir los recursos para este proyecto porque el edificio es representativo para la historia del país”, puntualizó el director del IHAH.

“Algo muy costoso”

Patricia Cardona, historiadora.

La historiadora y subgerente de Promoción y Turismo Cultural Sostenible del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), Patricia Cardona, es menos optimista en torno a recuperar la obra arquitectónica.

 “Se han presentado proyectos para fondos nacionales, pero lamentablemente no han podido ser aprobados y así llevamos esperando años”, declaró Cardona.

La funcionaria coincidió con el director del IHAH al señalar que lo primero que se tiene que hacer para recuperar Villa Roy es consolidar todo el terreno y restaurar todo el edificio.

Sostuvo que como está situado en una zona con alerta roja producto de la falla geológica de El Berrinche que atraviesa la capital, los estudios de factibilidad proporcionados por la Alcaldía del Distrito Central no son viables para la ayuda de la comunidad internacional.

“Nosotros no tenemos los fondos, los proyectos no son aprobados por la crisis económica que atraviesa el país, para recuperar Villa Roy se necesita la misma cantidad de dinero con el que se podría construir un hospital”, aseguró.

Un patrimonio que debía perdurar  

Villa Roy es un patrimonio de la nación, parte de la historia y la cultura de Honduras, pero su espacio físico ha ido cediendo día con día.

En el 2010, un sismo dañó gran parte del edificio provocando su cierre indefinido.

La mansión estaba distribuida en dos pisos que albergaban 14 salas, seis en la parte baja y el resto en la planta superior.

Todas sus riquezas han sido trasladadas en su mayoría al Almacén de Bienes Patrimoniales, detalló Cardona.

Explicó que toda la historia que guardaba Villa Roy ha sido enviada al Almacén de Bienes Patrimoniales, mientras otros han sido trasladados al Museo de la República, instalado en la antigua Casa Presidencial, en el centro histórico de Tegucigalpa, entre ellos los enseres del despacho del expresidente Julio Lozano Díaz.

Otros fueron trasladados a Comayagua como ser parte de las pertenecías de General Cabañas entre ellas la silla de arrimo que mantiene su pintura original y formó parte de la Casa Presidencial de Comayagua.

Mientras que los vehículos se encuentran protegidos en el área donde siempre se han exhibido en Villa Roy.

Más de Villa Roy

Su primer propietario fue el estadounidense Roy Gordon, de la transnacional Rosario Mining Company que operaba en San Juancito. 

Gordon fue uno de los hombres más poderosos del enclave minero estadounidense en Honduras.

El estadounidense falleció en un accidente aéreo en México y su casa pasó a ser propiedad de Julio Lozano Díaz.

Lozano Díaz se mudó a Villa Roy en 1940, junto a su esposa Laura Vigil.

En 1954, Julio Lozano Díaz se convirtió en el cuadragésimo presidente de Honduras hasta el golpe de Estado el 21 de octubre de 1956 época en la que se alojaron en la Casa Presidencial, diseñada también por el arquitecto Bressani. Tras el golpe de Estado la pareja retornó a Villa Roy.

El expresidente Lozano Díaz falleció el 27 de agosto de 1957 dejando a su esposa como la nueva dueña de Villa Roy.

La exprimera dama, Laura Virgil, no tuvo herederos y donó la residencia al Estado de Honduras con el propósito de que se instalará en ella un museo.

Desde 1979, la residencia Villa Roy se convirtió en el Museo Nacional que fue inaugurado ese mismo año, el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), decidió en 1997 convertir Villa Roy en la sede del Museo de la Historia Republicana, cerrando sus puertas al público en 2010. IR