Guatemala – Que Dios le toque el corazón al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para que los deje ingresar a su territorio, es el principal deseo de Fernando, uno de los miles de hondureños que en caravana buscan alcanzar el «sueño americano».
A su paso por el centro de la capital guatemalteca tras dejar Danlí, una ciudad del departamento de El Paraíso ubicada en la parte oriental de Honduras, Fernando Ortiz, de 27 años, le pide al mandatario estadounidense ponerse la mano en la conciencia.
«Yo digo que, primero Dios, le va a tocar el corazón y al final el presidente, al vernos a todos, se va a compadecer y nos dejará entrar», expresó, confiado, a Efe.
«Ojalá Dios lo permita y nos deje entrar porque somos personas trabajadoras, queremos darle un mejor futuro a nuestra familia», dijo Fernando, que dejó en su tierra natal a su esposa y un pequeño hijo.
El migrante hondureño no pierde la esperanza y acompañado de cuatro amigos, uno de ellos con muletas tras «explotarle» una ampolla de su pie derecho, aseguro que con la fe en Dios «así va a pasar».
También apeló a la Organización de Estados Americanos (OEA) para que «nos eche una mano y haga entrar en razón al presidente Trump porque también él es humano y que mire que la gente que vamos lo necesitan».
Con un pequeño maletín en el que lleva ropa que le han regalado en el trayecto y con la bandera de su país en una de sus manos, Fernando relató que dejó Danlí debido a la pobreza.
«Duele tomar una decisión así, es muy difícil, pero para dónde. Con dolor en el alma nos venimos, dejando a nuestra familia, pero vamos motivados y primero Dios llegaremos a Estados Unidos», expresó.
En su trayecto, lo que más extraña, dijo, «es a mi esposa, mi hijo, y madre y mi padre».
De Guatemala, acotó, no tiene quejas porque le han dado de todo, comida y hasta zapatos para que siga su camino.
«Ni un paso atrás, vamos para adelante», agregó, tras comentar que se vio obligado a migrar porque el trabajo de comerciante en la terminal de autobuses en Danlí «está por los suelos».
Añadió que debido a la pobreza ya casi no hay ventas y lo poco que ganaba ni siquiera le alcanzaba para darle de comer a su familia.
Fernando se colocó su mochila al hombro, tomó su pequeña bandera como para no olvidar a su país y siguió con la caravana que enfila por la costa sur guatemalteca hacia la frontera con México.
Mientras el hondureño sigue en la caminata, el presidente Trump amenazó hoy con enviar al Ejército para que cierre la frontera sur.
En un tuit publicado este jueves, Trump criticó a los dirigentes de Guatemala, Honduras y El Salvador por hacer «poco para evitar que este gran flujo de personas, INCLUIDOS MUCHOS CRIMINALES, entren a México en dirección a Estados Unidos».
«Además de detener todos los pagos a estos países, que parecen no tener casi control sobre su población, debo, en los términos más enérgicos, pedir a México que detenga este ataque, y si no puedo hacerlo, llamaré al Ejército de EE.UU. y (para que) CIERRE NUESTRA FRONTERA SUR!», sentenció Trump.